En noviembre, las ventas de naftas y gasoil acumularon 12 meses de descensos interanuales. Tierra del Fuego tuvo la caída más moderada, con un retroceso del 2,9%.
Las ventas de combustibles en Argentina, durante el mes de noviembre, acumularon su duodécimo mes consecutivo de descensos interanuales, con una caída del 10,5% respecto al mismo período de 2023.
En términos absolutos, se comercializaron 1.472.085 metros cúbicos de nafta y gasoil, aunque se registró un leve incremento mensual del 0,6% en comparación con octubre.
A nivel regional, todas las provincias experimentaron descensos en sus ventas interanuales, aunque con variaciones significativas en la magnitud de estos retrocesos.
En Tierra del Fuego, el descenso fue el más moderado, con una caída del 2,9%. Este dato se destaca en un contexto nacional donde los descensos en otras regiones fueron más pronunciados. Por ejemplo, en provincias como Corrientes (-23,2%), Misiones (-25,5%) y Formosa (-31,9%), las caídas fueron notoriamente mayores, especialmente en estas últimas, que históricamente vieron incrementos en el consumo debido al aprovechamiento de precios más bajos por parte de ciudadanos de países vecinos.
La situación en las principales áreas metropolitanas tampoco fue favorable, con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reportando una baja del 6,3%, mientras que la provincia de Buenos Aires registró una caída del 6,5%.
Sin embargo, las ventas en algunas provincias mostraron comportamientos mixtos al comparar los datos mensuales, con aumentos en doce de ellas, destacándose los casos de Tierra del Fuego, Neuquén y San Luis.
En contraposición, doce provincias experimentaron descensos mensuales, siendo Tucumán, Chaco y Catamarca las que mostraron las caídas más notorias.
En términos de los tipos de combustibles, la nafta representó el 56% del total comercializado, pero sufrió una disminución del 6% en comparación con noviembre de 2023. Dentro de este rubro, la nafta súper bajó un 3,3%, mientras que la versión Premium mostró una caída más pronunciada del 13%.
El gasoil, por su parte, representó el 44% del total comercializado y experimentó un descenso más drástico en comparación con la nafta. La caída interanual fue del 15,6%, siendo los retrocesos más notables en el gasoil común, con una baja del 20%, y en el gasoil premium, con un descenso del 6,3%.
A pesar de los descensos interanuales, el gasoil logró una leve recuperación mensual del 1,7%, mientras que las ventas de naftas sufrieron una pequeña caída del 0,4%.
Estos datos reflejan la persistente tendencia de declive en la demanda de combustibles, influenciada por diversos factores económicos y regionales.