Emilio Monzó es el presidente de la Cámara de Diputados. Si bien no vota, podría hacerlo, en el probable caso de un empate, según la división casi perfecta de posiciones a favor y en contra.
Por no integrar ninguna comisión especial, el diputado no ha sido noticia por su postura frente al aborto, aunque en una entrevista dio a conocer su postura contraria a la despenalización.
Recién iniciado el debate, Emilio Monzó oficiaba de moderador de las exposiciones de los diputados de los distintos bloques, justo cuando un fotógrafo filtró una imagen tomada desde arriba, donde se puede ver el escritorio de Monzó y los objetos que se encuentran en el mismo.
Allí se observa un celular cuidadosamente boca abajo y una botella de agua mineral. Pero lo que llamó la atención es la colocación de una medalla de la Vírgen María y un crucifijo, lo que popularmente se conoce como un voto cantado.
Momentos más tarde, Monzó abandonó la presidencia de la cámara y fue reemplazado por José Luis Gioja, quien no mostró ningún objeto comprometedor en su escritorio.