Matías Gigena, técnico en electrónica y estudiante de ingeniería con experiencia en impresión 3D y diseño de sistemas electrónicos, ganador del concurso Ideatón en el Congreso de Finnova, describió el proyecto con el que obtuvo el premio, “Cultivando un futuro sostenible”.
El joven estudiante de ingeniería riograndense Matías Gigena fue distinguido en el reciente Congreso organizado por la fundación Finnova al ganar el concurso Ideatón con su innovador proyecto «Cultivando un futuro sostenible». La propuesta combina la hidroponía con la impresión 3D para diseñar torres sustentables que facilitan el cultivo de alimentos en espacios reducidos y con un uso mínimo de agua.
Gigena, técnico en electrónica y estudiante de ingeniería con experiencia en impresión 3D y diseño de sistemas electrónicos, explicó los alcances de su iniciativa: «El proyecto combina hidroponía con impresión 3D para crear torres sustentables que permiten cultivar alimentos en casa de forma fácil, sin tierra y con ahorro de agua», señaló.
Además, destacó que la idea busca «acercar la tecnología a las familias y a las escuelas para fomentar la educación ambiental y la producción propia de alimentos».
El sistema propuesto permite producir hortalizas en el hogar sin necesidad de suelo, lo que representa una alternativa eficiente y ecológica frente a los métodos de cultivo convencionales. «Es una torre que te da la posibilidad de producir tus propios alimentos en casa de una manera sostenible, porque la hidroponía es un sistema de cultivo que no utiliza tierra, como el sistema de cultivo tradicional, y ahorra hasta un 90% de agua. Se puede utilizar en cualquier espacio de la casa. Para tener una idea, ocupa el espacio de una lámpara de pie, por ejemplo», explicó el futuro ingeniero.
Uno de los aspectos diferenciadores del proyecto es la flexibilidad que otorga la impresión 3D, permitiendo desarrollar modelos modulares y temáticos. «Por ejemplo, una es la temática bosque. Estas torres, este tubo, tiene forma de tronco, de árbol y eso se hace con la impresión 3D, le pones los plantines, las lechugas, entonces cuando crece parece que es un árbol», detalló Gigena.
La idea nació en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), donde Gigena cursa Ingeniería Industrial. «El proyecto surgió ahí en la UTN misma. Estaba cursando una materia que se llama Emprendedurismo, que la da el profesor Facundo Armas, que trabaja como subsecretario en el municipio de Río Grande, y tenerlo a él fue una ventaja, porque él tiene otra mirada en el ámbito local para los emprendedores», afirmó.
Durante el desarrollo de la materia, el estudiante pudo combinar conceptos de innovación, sostenibilidad y soberanía alimentaria en su propuesta. «Nos dio un trabajo práctico que había que desarrollar un emprendimiento ficticio y yo uní todas las partes en base a lo que veníamos charlando en clase. Él me daba un feedback. Tenía un compañero, Lautaro Luna, que también me daba un feedback. Presenté el trabajo, les encantó».
La validación del proyecto llegó poco después, cuando Gigena participó en el concurso nacional UTN 30 Emprende, en el que se seleccionaban las mejores ideas de todas las sedes de la universidad en el país. «Tenía que presentar un proyecto, un emprendimiento, había que mandar un modelo One Page donde brevemente, en una página, explicás todo tu emprendimiento: cuál es el problema, la solución, el mercado al que vos apuntas, el modelo de negocio y la encarabilidad», explicó.
Su propuesta fue seleccionada entre las 30 mejores del país y, como parte de la competencia, viajó a Córdoba para defender su idea en un pitch de cinco minutos ante un jurado compuesto por directivos de la UTN y CEOs de empresas.
El desafío de transformar la idea en un producto tangible fue clave en el proceso. «Desde el momento que me dijeron hasta que viajé, fueron 14 días y en esos 14 días pude hacer este proyecto, porque lo teníamos hecho en papel y llevarlo a la realidad fue otro desafío. Tuve que viajar, presentarlo, fui pasando las diferentes instancias y fui a la final. Fue también validar el producto y venir acá con un montón de ideas, presentarlo, mejorado», relató.
El reconocimiento obtenido por Matías en el Ideatón de Finnova refuerza el potencial de «Cultivando un futuro sostenible» como una iniciativa que no solo apuesta a la producción sustentable de alimentos, sino que también incorpora tecnología accesible para fomentar hábitos más ecológicos en la vida cotidiana.