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Río Grande
30 de octubre de 2024

Tierra del Fuego volvió a gritar ni una menos

Como sucedió por primera vez en 2015, mujeres y hombres de la provincia volvieron a las calles a pedir el fin de todos los tipos de violencias contra la mujer, la legalización del aborto y la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral, entre otras consignas. Reclamaron, además, paridad en la Legislatura y el Concejo Deliberante de Ushuaia.

Este domingo 3 de junio tanto Ushuaia como Río Grande se escuchó el grito “Ni una menos, libres, iguales y desendeudadas nos queremos” que fue el lema de esta cuarta marcha.

Los documentos que se leyeron en ambas ciudades tuvieron consignas muy similares, en donde uno de los temas preponderantes fue la interrupción legal del embarazo.

Más de 500 personas en Río Grande y cerca de 200 en Ushuaia marcharon con su pañuelo verde de la campaña nacional del aborto legal, seguro y gratuito. En el norte de la provincia llenaron el gimnasio de la Unión Obrera Metalúrgica, mientras que en Ushuaia la convocatoria recorrió el centro de la ciudad, haciendo paradas en la Iglesia Don Bosco, Casa de Gobierno y la Plaza Cívica.

Además de  aborto legal se pidió la efectiva implementación de la Ley de Educación Sexual Integral “como paso fundamental para garantizar el derecho a una vida sexual libre y plena de todas las personas”.

Se exigió el cumplimiento efectivo del protocolo ILE, y que se garantice el porcentaje de profesionales no objetores de conciencia en los centros de salud de nuestra provincia. Según el Informe de Epidemiología de la provincia, en 2015 fueron internadas 5 niñas de entre 10 y 14 años; y 88 entre 15 y 19 años por abortos no especificados incompletos.

También se pidió al ejecutivo provincial la derogación de la ley que estableció el 25 de marzo como «el Día de los Derechos del Niño por Nacer». Y al Intendente de Río Grande se le exigió que vete la ordenanza que adhiere a esa ley, sancionada la semana pasada por el Concejo Deliberante.

Así mismo se requirió el establecimiento del cupo laboral trans en toda la provincia y se mencionó a dos trabajadoras despedidas, una de Casa de Gobierno y otra de la empresa prestadora de servicios del Puerto Ushuaia, Transmar. También se recordó a Laura Aguilar, víctima de violencia machista. De igual modo, se reclamó por trabajadoras exoneradas por luchar.

Tanto Ushuaia como Río Grande exigieron paridad de género en los distintos cuerpos legislativos de la provincia y se dé solución a “la bochornosa situación de encontrarnos con un concejo deliberante en la ciudad de Ushuaia con exclusión absoluta de la representación de las mujeres”.

En las dos ciudades propusieron “que sea un requisito fundamental para acceder a la pauta oficial cumplir con las buenas prácticas de una comunicación con perspectiva de género; teniendo en cuenta diferentes manuales de estilo que han sido difundidos ampliamente los últimos años” y que se instrumente “un mecanismo provincial de monitoreo y control punitivo para los casos en los que la norma sea sorteada o quebrantada”.

En Río Grande reclamaron que “se dé cumplimiento a la ordenanza existente 3217/2013 para que en nuestra ciudad se cree un “Espacio de contención” para las mujeres violentadas que contempla, entre otras cosas, medidas de formación, campañas de difusión e incluso espacios de tratamientos para personas violentas”.

Así mismo, una de las consignas fundamentales, en todo el país fue la situación económica nacional “nos movilizamos contra el ajuste, en contra del pacto con el FMI y en contra de la deuda. Somos las mujeres y los cuerpos feminizados en quienes recaen con mayor fuerza las terribles consecuencias de estas medidas , sumándole a un mercado laboral sexista signado por la desigualdad, la precarización, despidos y atropellos que implican estas políticas que apuntan a que la crisis las paguemos quienes somos más pobres”.

Las Violencias

En el marco de un nuevo 3 de junio, visitaron la provincia Karina Abregu, sobreviviente de intento de femicidio, y Jimena Aduriz, madre Ángeles Rawson – víctima de femicidio-. Ellas relataron sus vivencias, reflexiones y el trabajo que realizan en torno a la violencia de género.

Karina Abregu había denunciado 15 veces a su ex marido por maltratos, la última agresión de que sufrió de parte de él la dejó con la mitad de su cuerpo quemado. Los maltratos duraron los 13 años de matrimonio. Estuvo internada siete meses y pasó por 30 operaciones. Incluso después de eso, tuvo que seguir soportando la persecución de Gustavo Albornoz (hoy ya condenado), pese a que tenía una orden de restricción de acercamiento, siguió hostigándola. Fue el primer caso con condena por intento de femicidio y no intento de asesinato agravado por el vínculo.

“Como estaba casada mi marido podía decidir sobre mi tratamiento mientras yo estaba internada por lo que me hizo” explicó Abregu a Tiempo Fueguno. “Mi hermana peleó en la justicia con uñas y dientes para que deje de hacerlo y ella poder decidir por mí, ella fue mi pilar para que yo pudiera salir adelante”.

Karina Abregu contó que junto con su hermana, Carolina, han formado una organización “furia feminista” para ayudar a mujeres víctimas de violencia de género. “Hacemos escraches, cortamos calles, todo lo que podemos para que dejen de violentar a las mujeres, hemos llegado a hacer nosotras mismas exclusiones del hogar dictadas por la justicia que no se cumplían” precisó Carolina Abregu.

También contó sus experiencias la mamá de Ángeles Rawson, Jimena Aduriz. Ángeles tenía 16 años cuando desapareció de regreso a su casa de una clase de gimnasia. La adolescente fue encontrada un día después en el predio del Ceamse de José León Suárez y médicos y peritos concluyeron tras varios estudios que había sufrido un intento de abuso sexual y luego fue asesinada.

Por su muerte quedó detenido y condenado a prisión perpetua Jorge Mangeri, portero del edificio donde vivía la víctima por «femicidio, abuso sexual y homicidio agravado criminis causae».

“Mi hija fue víctima de femicidio, ella no tuvo un noviazgo violento como sucede en la mayoría de los casos, y nosotros sufrimos una mediática muy importante que es otro tipo de violencia que está atravesada por el machismo y el patriarcado que siempre culpabiliza a la víctima” explicó Jimena Aduriz.

Sin embargo agregó “creo que estamos cambiando mucho más rápido de lo que parece, si bien la pata que nos está faltando ahora es la justicia, porque la justicia no cambia y está atravesada por mujeres y varones machistas”.

Las charlas se realizaron en Ushuaia y Río Grande organizadas por la Asociación Civil Resilientes, Mujeres de Fuego y Vientos de Cambio.

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