Bajo la temática de la presencia femenina en lugares de los ejecutivos provinciales, la politóloga Bárbara Bravi analizó -para el diario Perfil- la composición ministerial bajo la perspectiva de género, en cada una de las 23 provincias argentinas, dado que la ley de cupo sancionada en 1991 ha establecido una composición femenina en las legislaturas del 30%, y llevándose a discutir recientemente la “paridad legislativa”, pero poco se sabe de cómo se componen los ministerios.
El análisis porcentual de cantidad de ministras mujeres en las provincias argentinas muestra una variación de composiciones pero que con la excepción de una provincia (Entre Ríos) la preeminencia entre ministros es del sexo masculino.
Para una mejor organización, comenzaremos por enumerar las provincias con menor representación femenina, es decir, menos del 10% de presencia de ministras mujeres: Tierra del Fuego (9%), Chubut (9%), Chaco (9%) y Corrientes (8%).
En las provincias que le siguen, las “del medio”, aunque la representación es baja, ubicamos a las que tienen entre un 10 y un 30% de representación femenina ministerial, y allí se encuentran Tucumán (12%), Misiones (21%), Neuquén (22%), La Pampa (22%), Río Negro (22%), San Juan (22%), Santiago del Estero (22%), La Rioja (25%), Salta (27%) y Jujuy (27%).
Entre las provincias que mayor cantidad de ministras mujeres ostentan, más de 30% de las carteras, situamos a Santa Fe (35%), Mendoza (40%), San Luis (40%), Santa Cruz (42%) y Entre Ríos (60%), que es la que supera la paridad.
Sin embargo, hay cuatro provincias que no tienen representación femenina en los ministerios. Estas provincias son: Buenos Aires, Córdoba, Catamarca y Formosa. Lo llamativo es que dos de ellas, Buenos Aires y Catamarca, tienen gobernadoras mujeres, pero no tienen mujeres al frente de sus ministerios.
La representación de mujeres ministras provinciales en todo el país nos arroja un promedio de 18,24% en total, bastante bajo por cierto.
Otro de los aspectos interesantes a analizar es el de las áreas donde se desempeñan las ministras.
Primordialmente observamos que ocupan carteras como Educación (en un 22%), Salud (13%), Desarrollo Social (13%), Cultura (10%), Ciencia y Tecnología (8%), y siguen en menor proporción Turismo, Ambiente, DD.HH., Deportes. No hay casi presencia en carteras como Hacienda o Economía, Seguridad y Producción.
Una de las inferencias que podemos mencionar es que la legislación que asegure la participación y composición femenina en el Ejecutivo, como es el caso de los ministerios, es necesaria, ya que hemos visto que la capacidad no asegura estos lugares, y que la ley de cupo tuvo un efecto positivo, que podría extenderse a otros espacios. Segundo, de cuatro gobernadoras mujeres que hay en el país, dos no tienen mujeres ministras, una tiene una representación del 9%, y solamente Santa Cruz presenta un 42% de ministras, es decir se necesitan políticas, como la legislación de cupo para atravesar “el techo de cristal”.
Por último, cabe mencionar que los ministerios a cargo de mujeres refuerzan el estereotipo de la mujer “al cuidado de otros”, como son las áreas sociales o de salud y educación. Un gran desafío que requiere políticas para generar espacios de igualdad en la administración del Estado, que se enriquecería enormemente con la mirada femenina. Fuente: www.perfil.com