El secretario General de la UOCRA expresó su escepticismo en relación con el hipotético avance de obras que inicialmente se comprometiera a financiar la Nación. Avizoró un incierto panorama a futuro para el sector y responsabilizó al gobierno nacional.
Julio Ramírez no ocultó su escepticismo respecto a las promesas gubernamentales. «Hasta el día de hoy no empezó ninguna obra, hasta el día de hoy no se sabe qué obras van a empezar y qué empresas van a seguir«, comentó. Esta falta de concreción ha afectado la confianza del sector, que ve con recelo las promesas no cumplidas.
El secretario general de la UOCRA se encuentra a la espera de una reunión con las autoridades provinciales para clarificar la situación: «Estoy a la espera de una reunión con el gobernador y la ministra de Obras Públicas para poner en claro lo que firmaron. Como dije desde un primer momento, hay que ver para creer, yo no le creo nada a este gobierno nacional. Estuve dando vueltas por Buenos Aires y averiguando cosas siempre que competen al sindicato sobre las obras y está más verde que maduro todo esto».
La falta de información y los problemas financieros han paralizado el inicio de nuevas obras y la continuidad de las existentes, según explicó: «Ninguna empresa tiene información de nada. Las empresas quieren terminar las obras empezadas, hay un montón de obras que las empresas dejaron paradas desde que empezó este gobierno nacional y si no cobran lo que les deben, creo que no van a empezar a trabajar. Hay una deuda a nivel nacional que se le debe a las empresas, y según hablé con los empresarios, hasta que no cobren toda la deuda no van a empezar».
Además, las empresas enfrentan dificultades debido a la falta de actualizaciones presupuestarias. «Las empresas no cobran redeterminaciones, tienen presupuestos de hace un año atrás y con todos los aumentos del material y todo lo que pasó no puede seguir la obras» expresó Ramírez.
Señaló que la única esperanza a corto plazo podría ser la continuación de proyectos menores. «Lo que puedo esperar es que siga la redeterminación en las escuelas, o algo chico que se haga cargo el gobierno y que se empiece con eso. Después todas esas grandes obras que anunciaron, la ruta, la planta potabilizadora y todas esas cosas yo las veo muy verdes, las 500 viviendas, se firmó el convenio, pero hasta ahora no hay nada» añadió el sindicalista.
El representante de la UOCRA enfatizó su preocupación por el desempleo en el sector: «Mi preocupación como representante de los compañeros de la UOCRA, yo quiero que la gente empiece a trabajar”, e insistió en la próxima reunión con el gobernador y la ministra de Obras Públicas para esbozar alguna solución.
La situación se complica aún más con la paralización de la obra privada, entre ellas el anunciado puerto de la ciudad de Río Grande: «La obra privada está totalmente parada. El puerto, todos esperamos a fines de agosto, los primeros días de diciembre. Más o menos el conocimiento que puedo tener, todavía el puerto no se puede empezar porque faltan una serie de papeles, según me dijeron, falta mover papeles del gobierno, todavía faltan un montón de cosas. Quiere decir que el puerto tampoco todavía se va a empezar».
El contraste entre los anuncios oficiales y la realidad en el terreno generan frustración y desconfianza entre los trabajadores, según comentó Julio Ramírez: «Cuando dijeron que se firmó el contrato con el gobierno nacional y el gobierno nacional que hace prensa diciendo que en las provincias se están haciendo obras, entonces la gente se empieza a entusiasmar, en el sindicato acá tenemos más de 1000 curriculums ya entregados en varios días. La gente empezó a venir y venir, y no le podemos andar mintiendo, tenemos que decir ‘muchachos, está todavía muy verde, acá no pasa nada, hay que esperar'».
Finalmente, dejó clara su postura hasta no ver resultados concretos: «Hasta que no vea las obras y no empiecen a trabajar no les voy a creer. Siempre con anuncios, anuncios y nunca empezamos y si empezamos no terminamos nada. Vamos a estar a la espera y averiguar a ver lo que pasa. Cuando yo vea que se está trabajando ahí iremos a dar una mano todas las cosas que llevan todas las cosas bien».
La incertidumbre y la desconfianza en el sector de la construcción en Tierra del Fuego reflejan una situación compleja que afecta tanto a trabajadores como a empresarios, esperando respuestas y acciones concretas del gobierno nacional para reactivar el sector y generar empleo.
