El índice de pobreza afecta al 33,6% de la población argentina, el índice más alto en una década, lo que refleja que uno de cada cuatro hogares se encuentra dentro de esa situación, según el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica correspondiente al tercer trimestre.
«La incidencia de la pobreza en ese período alcanza a niveles superiores a las registradas en 2016, cuando significativas devaluaciones provocaron un alza de la inflación y una caída del poder adquisitivo», señala el estudio.
Puntualiza que entre el tercer trimestre de 2017 e igual período de 2018 «la economía argentina pasó de un ciclo de crecimiento a una fuerte recesión, a la vez que la devaluación monetaria durante el año en curso se traspasó a los precios y condujo a una elevada inflación».
«El nuevo escenario ha tenido efecto sobre los ingresos reales de los que disponen los hogares por un deterioro del poder adquisitivo de los salarios, de los haberes jubilatorios y de las prestaciones sociales», indica.
El Observatorio de la Deuda Social considera que «el contexto macroeconómico se ha revelado desfavorable para la creación de empleo, con consecuencias sobre las posibilidades de volcar más trabajadores al mercado laboral por parte de los hogares».