La farmacéutica dejó su puesto en la farmacia de la capital fueguina por la falta de recursos para proveer medicamentos. Crece el malestar entre afiliados y trabajadores de la obra social estatal.
La situación en la farmacia de la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) en Ushuaia atraviesa una crisis que ha generado preocupación entre los trabajadores y los afiliados. La única farmacéutica que prestaba servicios en el establecimiento renunció a su puesto, lo que agrava la ya compleja situación en la que se encuentra la farmacia de la obra social.
Elvia Agüero, representante de los trabajadores, confirmó la renuncia, que en realidad se remonta al mes de abril, debido a un conjunto de circunstancias que, según la denunciante, hicieron insostenible su continuidad en el cargo.
En diálogo con radio Provincia, Agüero detalló que la farmacéutica renunció porque no pudo realizar su trabajo de manera adecuada, ya que se encontraba con serias restricciones para proveer los medicamentos necesarios para los afiliados. «Quiso hacer y no la dejaron», manifestó Agüero, refiriéndose a la falta de apoyo institucional para poder gestionar la adquisición de los medicamentos.
La situación fue particularmente difícil para la farmacéutica, quien había vuelto a la farmacia de la OSEF con el propósito de mejorar el acceso a los medicamentos para los afiliados. Según Agüero, la profesional «volvió hace un año para tratar que los afiliados tengan medicamentos, pero no nos dejan tener medicamentos propios en la farmacia».
Esta restricción en la adquisición de medicamentos generó un fuerte malestar entre los afiliados, quienes, en palabras de la representante gremial, «insultan a los empleados, a nuestra farmacéutica, que es la persona que hace los pedidos», aunque subrayó que el personal de la farmacia no es responsable de la falta de suministro.
Uno de los principales motivos detrás de la renuncia fue la falta de pago a los laboratorios, lo que impidió la compra continua de medicamentos. La farmacéutica, según Agüero, había intentado resolver esta situación, pero las gestiones no dieron resultado. «Les informó (a los funcionarios) que necesitaba pagar los laboratorios y quiso hacer todo para tener los medicamentos. Lo logró dos meses, porque no pagaron y no pudimos volver a comprar», relató la representante sindical.
La crisis en la farmacia de la OSEF no se limita a la renuncia de la farmacéutica. Agüero también señaló que existen otros dos profesionales farmacéuticos que forman parte de la planta de la obra social, pero que no están prestando servicios en la farmacia. «Una se encuentra trabajando en la Farmacia San Martín, aunque le siguen pagando el sueldo de la obra social estatal», explicó Agüero. La otra farmacéutica, según indicó, «se fue a trabajar en la Legislatura asustada por el maltrato que le hacen al trabajador».
La situación en la farmacia de la OSEF refleja un problema más amplio relacionado con la gestión y el tratamiento de los trabajadores en el ámbito de la salud pública. La falta de recursos y la escasa atención a las necesidades del personal han generado un clima de descontento que afecta tanto a los profesionales como a los afiliados, quienes enfrentan dificultades para acceder a los medicamentos que requieren para su salud.
