Mediante un sistema de cámaras, verificaron que las pancartas argentinas no tengan consignas políticas o que fomenten la discriminación.
A ello se suma el chequeo realizado para que la bandera no supere la medida máxima reglamentaria, 2 metros por 1,5.
Las banderas son registradas por una cámara de seguridad en lo alto de un mástil, que envía la información a un centro de video, control y traducción de las palabras en español.
En la entrada del Spartak, varias banderas quedaron afuera, por la medida exagerada, no por el contenido de las leyendas que portaban.
Fuente: Clarín