Tres kayakistas de Ushuaia enfrentarán uno de los desafíos más
extremos del mundo, combinando resistencia, planificación y
tecnología para conquistar las aguas más peligrosas del planeta. Diego Linares, junto a sus compañeros Walter Cayo y Javi Siede, se alistan para una travesía sin precedentes: partir
desde Ushuaia el 26 de abril hacia el mítico Cabo de Hornos, remando ida
y vuelta en kayak. Con una distancia total de 480 kilómetros, el equipo
calcula completar el recorrido en aproximadamente 20 días, dependiendo
de las condiciones climáticas, conocidas por su imprevisibilidad en esa
zona del mundo.
«El Cabo de Hornos es un punto emblemático de la navegación mundial.
En su historia hay registrados 800 naufragios y 10.000 víctimas, aunque
en épocas donde la tecnología era muy distinta», explicó Linares. «Nuestra
travesía es de unos 40 kilómetros diarios, con unos 12 o 13 días de remo
neto, más ventanas de tiempo por posibles tormentas».
El tramo más peligroso será el cruce de la Bahía Nassau, 30 kilómetros de
mar abierto donde no habrá posibilidad de refugiarse. «Ahí es salir bien
temprano, cerrar los dientes y no parar hasta llegar a las Islas Wollaston»,
detalló Linares. Para garantizar su seguridad, contarán con un barco de
apoyo, exigido por la capitanía chilena, que también les proveerá logística
y víveres.
La elección de la fecha no es casual: «En otoño, las ventanas de buen
clima son más amplias. Si tenemos cuatro o cinco días de calma,
podemos avanzar 200 kilómetros», señaló. Aun así, el respeto por la
naturaleza es clave: «Si hay una tormenta fuerte, no salimos. Esto no es
una carrera contra el tiempo, sino una aventura con seguridad».
Linares, quien antes competía en Ironman y snowboard, encontró en el
kayak una pasión inesperada. «Un día, Walter me invitó a remar. Era una
tarde tranquila, el mar estaba como un aceite, y sentí esa conexión que
antes solo tenía con el surf», recordó. Lo que empezó como un hobby se
convirtió en un sueño ambicioso: «Me pregunté: ¿Y ahora qué hacemos
con el kayak? Y la respuesta fue el Cabo de Hornos».
El equipo no solo busca un logro deportivo, sino también visibilizar causas
sociales. «Cada uno remará por una bandera: autismo, la lucha contra el
cáncer infantil y la donación de médula ósea», destacó Linares, cuyo hijo
Arnau lo inspira en su cruzada por el autismo.
Por primera vez, la expedición será documentada en tiempo real gracias a
una conexión satelital Starlink. «Haremos un streaming en vivo cuando
estemos cruzando el Cabo de Hornos», adelantó. Además, el 23 de abril
presentarán oficialmente el proyecto en el auditorio Arakur de Ushuaia,
donde compartirán detalles y un avance del material audiovisual.
El entrenamiento ha sido riguroso: «Remamos cinco días a la semana,
entre 20 y 30 kilómetros por jornada, más gimnasio», describió Linares.
Con un equipo multidisciplinario que incluye preparadores físicos, médicos
y un camarógrafo, la hazaña busca demostrar que los sueños, con
planificación y esfuerzo, son posibles.
«Queremos dejar un mensaje: las adversidades no son un ‘no’, sino un
‘como’», concluyó Linares. Quienes deseen seguir la travesía pueden
hacerlo a través de Instagram (@yagakayak), donde se actualizará cada
etapa de esta odisea que unirá deporte, aventura y superación.