Maximiliano Ybars analizó la convulsionada actualidad del radicalismo a nivel nacional, con pedidos de suspensión y eventual expulsión del partido a diputados de esa filiación que cambiaron el sentido de su voto en la última sesión de la cámara baja.
El presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) de Tierra del Fuego y concejal de Río Grande, Maximiliano Ybars, realizó un análisis de la situación actual de su partido a nivel nacional, marcada por la polémica en torno al cambio de votos de algunos diputados radicales en la Cámara de Diputados. Esta situación ha generado un clima de tensión interna, con pedidos de sanción y hasta expulsión de los diputados que, en la última sesión, modificaron su postura respecto a la ley de movilidad jubilatoria.
Ybars, por FM Master’s se refirió a este escenario como un punto de inflexión para la UCR. «El partido a nivel nacional ha sido bastante claro en la postura particularmente con el tema que se estaba discutiendo, un tema tan prioritario como la movilidad jubilatoria», afirmó el dirigente.
Según explicó, la mayoría de los representantes de la UCR había tomado una posición firme, pero algunos diputados «han cambiado su forma de parecer desde la primera votación de la ley hasta la insistencia». Para Ybars, estos cambios no responden a una divergencia partidaria sino a «cuestiones estrictamente personales de estos dirigentes».
En su evaluación, destacó la importancia de mantener una coherencia interna para evitar contradicciones que puedan dañar la imagen del partido. «Yo creo que está claro. Después, el partido orgánicamente tendrá que tomar las medidas necesarias para evitar esto, teniendo en cuenta el mensaje que le tenemos que dar a la sociedad como partido», subrayó.
El dirigente fueguino también hizo hincapié en que el radicalismo se encuentra en un «momento bisagra», donde busca recuperar el protagonismo perdido y volver a ser una opción clara para la sociedad. «Estas cosas no tendrían que pasarnos como partido, pero para eso tenemos nuestros organismos internos, para tomar las acciones correspondientes», enfatizó, refiriéndose a las posibles sanciones que enfrentarían los diputados disidentes.
Si bien Ybars minimizó el impacto que este conflicto podría tener en la legitimidad del presidente del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau, reconoció que los cambios de voto han generado malestar dentro del partido, incluso a nivel provincial. «Yo creo que sí daña mucho. Ha tenido incluso repercusión acá en la provincia de muchos correligionarios enojados por estos cuatro o cinco diputados que han decidido seguir otro camino que no era el partidario», dijo.
Una de las cuestiones que plantea este conflicto es la relación entre los partidos y sus representantes en el Congreso. No evitó esta reflexión y sostuvo que «una discusión que tenemos que dar también es si las bancas pertenecen a los partidos, a las personas, nuestra forma de representar». Sin embargo, fue claro al señalar que el hecho de que estos cambios afecten al radicalismo no lo convierte en una excepción, ya que, según él, «no es el único partido en el que pasa esto».
En este contexto, recordó que en la votación sobre la insistencia del veto hubo legisladores de diversos bloques que también se apartaron de las posiciones oficiales. «Si nos ponemos a ver, los 87 votos que tuvo para la no insistencia del veto, había muchos peronistas, gente del PRO, La Libertad Avanza y cuatro o cinco radicales. Lo que pasa es que el radicalismo siempre se caracterizó por ser el partido más orgánico», comparó.
El líder radical también defendió la postura del partido frente a la ley de movilidad jubilatoria, señalando que se trataba de un proyecto impulsado originalmente por la UCR. «Yo creo que es una postura fuerte y necesaria para la envergadura de lo que se estaba discutiendo», argumentó, insistiendo en que, aunque las decisiones no deberían ser impuestas, «tienen que ser por lo menos orgánicas, consensuadas y seguir una línea del radicalismo».
Finalmente, Maximiliano Ybars subrayó el rol que debe asumir la UCR en la actual coyuntura política. «Fuimos elegidos para ser oposición, una oposición que tiene que ser responsable. La gente nos dio ese rol», afirmó. Según el concejal, la responsabilidad de su partido es marcar las fallas del gobierno, sobre todo en cuestiones que afectan a los sectores más vulnerables, como los jubilados. «El rol del radicalismo, si queremos volver a ser alternativa para la gente, tiene que ser el mostrar una clara identidad de lo que representamos», concluyó, resaltando la importancia de mantener una representación sólida tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
