La puesta en funciones de Liliana Conti como presidenta de la Obra Social del Estado Fueguino, abre una nueva posibilidad de relación y diálogo con los gremios.
El director por los activos Aníbal Torres dijo que esperan que “haya una nueva etapa de diálogo, que se reformule la relación y sean escuchados los que han tenido esta problemática interna por el poder que ostentaba la ex presidente” en relación a Margarita Gallardo y recordó que “en el último tramo Gallardo removió a cuatro agentes con acusaciones infundadas y los sacó de lugar».
En declaraciones a FM del Sur el representante de los trabajadores en la obra social remarcó que “lo primordial es darle una respuesta a la gente que todos los días tiene un problema serio con las coberturas. Si se encara desde ese punto de vista no hay mucho más que decir” al tiempo que aclaró que “nosotros estamos en franca oposición de este gobierno que venimos sufriendo desde el 2016 y en esta gestión de la obra social no somos oposición por oposición. Todo lo que vemos que es contra el afiliado es lo que se ha estado denunciando. Si se corrige la situación por ese lado, no tenemos más que acompañar proyectos para dar beneficios que han sido rechazados en su momento”.
Respecto a las acciones que se llevan a cabo en OSPTDF, Torres informó que “en las últimas reuniones habilitamos la compra de dos ambulancias que necesitábamos hace mucho tiempo; ya se hizo el proceso de compra de una para Río Grande y otra para Ushuaia. Estamos presentando a esta nueva gestión el proyecto de construcción de un edificio nuevo, que hemos definido con un estudio de arquitectos, pensando en estar mejor hacia adelante para dar respuesta al número de afiliados que tenemos”.
Torres además se refirió a las denuncias contra la antigua directora Margarita Gallardo y confirmó que van a continuar su curso “porque están presentada en la Fiscalía de Estado, hay otras en Legislatura y en Tribunal de Cuentas. Si hay un error, se tiene que llegar a una conclusión y hay una responsable en esto».
«Lo que hicimos fue velar por los intereses de la obra social y sacar a la luz todo aquello que vimos que no correspondía” y aclaró que “había ajustes que se venían dando y afiliados que no tenían el respaldo de la obra social, y el final era esperable. Era una decisión política que en algún momento se tenía que tomar. No podía ser que se siguiera respaldando a una funcionaria que realmente no le hizo bien a la obra social”.