El legislador manifestó su preocupación por no haber recibido aún el proyecto de presupuesto definitivo de parte del Ejecutivo. Consideró que no será relevante la próxima sesión, a raíz de sucesivas suspensiones de reuniones de comisión.
El legislador provincial Matías Lapadula, del bloque unipersonal Provincia Grande, expresó su inquietud debido a que el Ejecutivo aún no ha remitido el proyecto definitivo del presupuesto para el año 2025. La falta de avances en este sentido genera incertidumbre en el ámbito legislativo. Además, Lapadula consideró que la próxima sesión de la Legislatura carecerá de temas significativos, especialmente luego de la reciente suspensión de reuniones de comisión.
«En cuanto al proyecto de presupuesto 2025, la preocupación siempre existe», afirmó Lapadula en FM Master’s, subrayando que la demora en la presentación del presupuesto no solo ralentiza el trabajo legislativo, sino que también alimenta la ansiedad respecto al impacto de ciertos recortes en los fondos municipales.
Según el legislador, el ministro de Economía había anticipado que se eliminaría un artículo específico que generaba controversia y que implicaba un recorte importante de los fondos destinados a los municipios.
No obstante, Lapadula mantuvo sus reservas, en parte por la dificultad de equilibrar las necesidades de cada jurisdicción en el marco de un presupuesto ajustado. «De todas maneras, la preocupación existe porque cuando la sábana es corta siempre hay alguien que tironea más de un lado y creo que habrá que trabajar para ser prudentes al momento de elaborar el presupuesto», agregó, remarcando la importancia de una administración responsable de los recursos.
El legislador también destacó la necesidad de avanzar rápidamente en el proceso de aprobación del presupuesto. «Hoy mi primera preocupación es que al día de la fecha todavía no se ha remitido el presupuesto con las modificaciones que hay que realizarle por la presentación del presupuesto nacional», sostuvo, cuestionando la falta de un cronograma para analizar el proyecto en la Comisión de Presupuesto.
Para Lapadula, esta falta de organización es «un poco preocupante», y enfatizó que «necesitamos que finalmente el Poder Ejecutivo remita de una vez el proyecto final del presupuesto».
En cuanto a la agenda de la próxima sesión legislativa, Lapadula advirtió que «no hay nada todavía que sea relevante o de importancia para tratar». Explicó que algunos temas que se habían planificado discutir en comisión quedaron postergados debido a problemas gremiales que afectaron el normal funcionamiento del personal de la Legislatura.
En este contexto, si bien se prevé que ingresen algunos proyectos de los distintos bloques, la sesión carecerá de asuntos de mayor peso. «Lamentablemente, había algunos temas que se iban a tratar en comisión y estas reuniones de comisión fueron suspendidas la semana pasada», lamentó, aunque confió en que al menos se dará tratamiento a resoluciones importantes.
En ese sentido, Lapadula aprovechó para mencionar su proyecto en relación con la política nacional sobre Malvinas y el reciente “destrato” que percibe por parte del Gobierno nacional en este tema. «En particular he presentado cuestiones que tienen que ver con el destrato que hay del Gobierno nacional respecto a la causa Malvinas que la verdad es bastante preocupante a esta altura», señaló.
Finalmente, el legislador se refirió a su trabajo en una legislación sobre la promoción y el desarrollo de la acuicultura en la provincia. Consciente de las controversias que en su momento desataron proyectos como la introducción de salmoneras en el Canal de Beagle, Lapadula abogó por una regulación que considere tanto el crecimiento económico como la sostenibilidad ambiental. “Creo que lo que necesitamos, y en particular estoy trabajando, es tener una ley de promoción y desarrollo de la acuicultura, no solamente lo que es la pesca en el mar, o la pesca artesanal o la de altura, sino que hoy en el mundo es una actividad que se desarrolla sin dudas con la intervención del hombre”, puntualizó.
La propuesta de Matías Lapadula se orienta hacia un modelo de acuicultura que aproveche las ventajas naturales de Tierra del Fuego, generando empleo y valor agregado sin sacrificar la integridad ambiental de la región.