La eliminación del impuesto PAIS reducirá en un 30% los costos del dólar turista a partir del 22 de diciembre. Aunque se anticipan beneficios para viajeros, persisten debates sobre nuevas medidas impositivas para mantener el equilibrio cambiario.
El impuesto PAIS, instaurado a finales de 2019 como parte de la Ley 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, tiene fecha de caducidad. Este tributo, que aplica un recargo del 30% sobre el valor del dólar oficial, dejará de estar vigente el próximo 22 de diciembre.
La medida, anticipada por diversos sectores económicos, no solo repercutirá en el costo del dólar turista, sino también en actividades vinculadas al comercio internacional y la importación.
El impuesto, creado bajo el gobierno de Alberto Fernández, nació con el objetivo de fomentar una Argentina «inclusiva y solidaria», y en su inicio se implementó como un recargo del 30% sobre las operaciones en moneda extranjera.
Con el paso del tiempo, su impacto se fue intensificando. En 2020, se sumó un 30% adicional en concepto de adelanto del Impuesto a las Ganancias, elevando el sobrecosto del dólar turista al 60%. Este esquema tuvo consecuencias notorias para los consumidores, particularmente debido al impacto de la inflación, que erosionó las devoluciones de Ganancias previstas en la normativa.
En la actualidad, el valor del dólar turista asciende a $1.636, basado en la cotización oficial del Banco Nación, pero sin el Impuesto PAIS, se espera que este valor baje a aproximadamente $1.328,60. Esto representaría un ahorro efectivo de 18,75% en operaciones con tarjeta de crédito o pagos de servicios en moneda extranjera. Sin embargo, esta reducción estará sujeta a la volatilidad del tipo de cambio oficial, que sigue el esquema devaluatorio conocido como “crawling peg”, con ajustes progresivos de alrededor del 2% mensual.
El contexto que rodea la eliminación del impuesto también muestra una diferencia notable respecto a los momentos más críticos del esquema. En algunos períodos, el dólar turista llegó a tener un recargo del 155%, alimentado por la creciente brecha entre el dólar oficial y los tipos de cambio paralelos. Sin embargo, en la actualidad, esa brecha se ha reducido a alrededor del 10%, lo que refleja un cambio en el equilibrio cambiario.
El gabinete económico del presidente Javier Milei está evaluando los efectos de esta medida, con posiciones encontradas sobre el futuro de los recargos. Mientras algunos sectores dentro del gobierno consideran necesario reemplazar el impuesto con otras herramientas que graven los pagos en moneda extranjera, otros apuestan por aumentar las percepciones del impuesto a las Ganancias y Bienes Personales. Este debate tiene como trasfondo el objetivo de mantener un diferencial significativo entre el dólar tarjeta y el dólar MEP, incentivando a los consumidores a optar por el mercado financiero en lugar de utilizar las reservas del Banco Central.
Actualmente, el dólar MEP se encuentra por debajo de los $1.100, mientras que el dólar turista, sin el impuesto PAIS, se posicionaría cerca de los $1.400. Esta brecha, aunque significativa, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del esquema sin el recargo impositivo.
La eliminación del impuesto PAIS, concebido inicialmente como una medida de emergencia, marca el fin de una etapa que afectó de manera significativa a los argentinos, tanto en sus decisiones de consumo en el exterior como en las operaciones comerciales internacionales.
Aunque representa un alivio para quienes planifican viajes al extranjero, las dudas sobre su reemplazo y las implicancias fiscales más amplias dejan abierto un capítulo de redefiniciones económicas.