Por Silvana Minue- Por estos días se conoció que el nombre de la reconocida abogada y militante de los Derechos Humanos integra la lista de postulantes para ocupar la quinta vacante en el Superior Tribunal de Justicia. «Es un desafió», indicó en declaraciones a TIEMPO FUEGUINO, Lubertino que viene a aportar por una Justicia más cerca de la comunidad.
Once son los inscriptos y las inscriptas que aspiran a ocupar la quinta vocalía de la corte fueguina que quedó vacante el año pasado. Una de ellos y ellas es la abogada, ecologista, feminista, ex diputada nacional, ex presidenta del INADI y ex legisladora porteña María José Lubertino y en esta entrevista hablamos de su postulación.
Lubertino cuenta con un vasto curriculum de formación académica y trayectoria profesional. Nació en la Ciudad de Buenos Aires y es abogada, recibida con Medalla de Honor, Doctora en Derecho, Especialista en Derecho Ambiental y ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos y la paridad entre mujeres y varones. Se destaca como jurista y por haber sido Constituyente de la Ciudad en 1996, donde fue Vice Presidenta de la Comisión Redactora que encabezó Eugenio Raúl Zaffaroni y como Diputada Nacional en el año 2003.
Siempre ha militado como sociedad civil y en diferentes movimientos sociales. Incursiono en política priorizando, “con valores e ideales, la coherencia. La transparencia y el esfuerzo individual y colectivo, para acercarnos a la Argentina inclusiva, libre y diversa que todos y todas nos merecemos”.
Entre 2006 y 2009 fue convocada por el Presidente Kirchner para presidir el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo logrando que la sigla “INADI” se incorporara al léxico cotidiano.
Entre 2009 y 2013 fue Diputada de la Ciudad de Buenos Aires presentando 409 proyectos innovadores y necesarios para Buenos Aires. Presidió el Observatorio de la Discapacidad entre 2014 y 2015 y trabajando “por una Argentina sin barreras”.
Fue Presidenta y fundadora de Asociación de Mujeres Jóvenes, del Instituto Social y Político de la Mujer y de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos.
Desde 1983 es profesora universitaria, siendo hoy Titular en el CBC de la UBA de Principios de Derecho Latinoamericano y de Principios de Derechos Humanos y Derecho Constitucional y adjunta en la Facultad de Derecho de la UBA de Derechos Humanos y de Derecho Civil.
Actualmente se desempeña como Presidenta de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, y desde allí trabaja activamente en los programas Anticorrupción, Igualdad en la diversidad, Género, Defensa de Usuaries y Consumidores, Ambiente, Patrimonio y Derechos de los animales.
Su vinculación con Tierra del Fuego, va más allá que la postulación al alto cargo judicial, ya que conoce la realidad de la provincia y colabora activamente con diversas organizaciones locales en temas ambientales, apoyando las causas feministas y los derechos las personas con discapacidad.
-TF : ¿Cuáles fueron sus motivaciones para presentarse como candidata a jueza en el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego AIAS?
-MJL: Se contactaron conmigo diferentes organizaciones que trabajan por el acceso a la justicia, la transparencia, los derechos humanos, la paridad de género, derechos de las personas con discapacidad, temas ambientales, personas con quienes he tenido contacto por causas donde he colaborado como el caso de la escasa integración de mujeres en el Concejo Deliberante de Ushuaia o la lucha por la equiparación en las listas partidarias entre varones y mujeres. Hay que recordar que Tierra del Fuego es una de las tres provincias aún sin ley de paridad legislativa. Entonces, me llamaron preocupades ya que se ampliaba el Tribunal y había muchos candidatos varones pero no tantas mujeres. Elles entienden -y con razón- que si se amplía a cinco el STJ debe haber equilibrio de géneros y como mínimo dos mujeres, ya que actualmente hay solo una jueza. En el transcurso de estas charlas me solicitaron que me postule. Así que en 24 horas hice las consultas a amigas y familiares para tomar una decisión y todes entendimos que sí hace falta en el STJ una mujer especializada en Derechos Humanos, en Derecho Ambiental, que haya trabajado todos los temas con perspectiva de género, doy un perfil que cumple con todas las condiciones sobre las cuales estos movimientos tenían expectativa. Me parece un desafío importante. Siempre sigo causas. Por eso entendí un deber cívico asumir esta responsabilidad. Me sentí muy honrada por el reconocimiento a mi trabajo por parte de quienes me lo pedían y por eso acepte con lo que implica para mi dejar mi Buenos Aires querido y ver a mi familia de manera intermitente, asumiendo un compromiso como siempre lo hecho con la idea de contribuir a hacer Justicia aportando esas perspectivas.
-TF: ¿Será una impronta a futuro de estar en permanente contacto con las organizaciones civilices acabando con la distancia entre comunidad y altos mandos judiciales?
-MJL: Los tres poderes del Estado deben estar en contacto permanente con la ciudadanía. El Poder Judicial, en particular, es la última ratio cuando todos los derechos se han violado, por eso más que ninguno debe estar con los pies sobre la tierra. Por ejemplo, la Asociación Argentina de Mujeres Juezas ha producido cambios importantes. Con las colegas de Santa Fe llevamos adelante un curso de formación para mujeres de sectores populares en Jujuy y justamente son juezas que pueden interactuar y estar cercanas a la sociedad. Otro ejemplo es la Corte Suprema de la Nación que ha abierto muchas instancias de audiencias públicas con participación ciudadana en causas ambientales o donde se violan intereses colectivos de sectores vulneranilizados. Entonces, aun en los márgenes procesales acotados de cada lugar, se puede tener una cercanía a les justiciables que permita que algunas cosas cambien. Cuando hablamos de la eficacia de la Justicia decimos que cuando es lenta no es justicia, que hay sentencias fantásticas pero no se pueden ejecutar… entonces, algunas herramientas que se han introducido incluso en cortes internacionales y en el derecho comparado pueden generar una interacción y un control ciudadano sobre la propia Justicia como lo debería haber también sobre los otros poderes del Estado. Es un concepto de democracia participativa. Donde la ciudadanía que a veces recibe actos de injusticia por parte del Poder Legislativo o Ejecutivo debe recurrir al Poder Judicial y este debe abrir espacios para escuchar esas voces ciudadanas sobre todo en causas de intereses colectivos, de escuchar lo que realmente sucede y no solo lo que enuncia un frío expediente.
TF: ¿Cuál es su motivación?
Encuentro un hilo conductor a lo largo de mi carrera jurídica, académica y profesional durante más de 20 años en la profesión, he tenido cargos de asesora jurídica legal, en el Poder Legislativo, Ejecutivo, ejercí cargos públicos pero siempre he tenido la prioridad en temas como concretar la igualdad en la diversidad, la no discriminación, los derechos humanos para todos y todas, la armonía con la Naturaleza. Mi trayectoria tiene que ver con causas. He sido parte de la lucha por las leyes contra la violencia de género, de cupo y paridad, de salud sexual reproductiva, de matrimonio igualitario e identidad de género, la reforma del Código civil, por los derechos de personas con discapacidad y las leyes ambientales, entre otras. Ahora con este nuevo desafio, estoy completando el ciclo porque veces muchas veces con las leyes no alcanza o no se aplican correctamente. Estar en el Poder Judicial velando y garantizando la Constitución, los tratados internacionales de Derechos Humanos y la correcta aplicación y cumplimiento de las leyes contribuirá a convertirlas en eficaces. La sensibilización y el acceso a la Justicia para que las leyes se cumplan en fundamental.
-TF: Como especialista en Derecho Ambiental e integrante la Red de defensoras del ambiente y el Buen Vivir que abarca un acompañamiento a las organizaciones ambientales de las provincias argentinas, que puede aportar en Tierra del Fuego, teniendo en cuenta su riqueza paisajista?
MJL: La Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlantico Sur bien un rol estratégico y puede hacer aportes emblemáticos a la jurisprudencia ambiental nacional en materia de cambio climático y protección de la biodiversidad en la protección de nuestros bienes comunes. Es muy importante la defensa de los glaciares. También la protección del mar contra la pesca ilegal. Poner freno al extractivismo urbano -tema de mi tesis doctoral-. Debemos buscar formas armoniosas para articular la vida urbana con la Naturaleza, evitando su mercantilización y la turistificación. Ushuaia tiene un importante desafío por su geografía circundante como anillo a la propia ciudad que crece. En los casos ambientales hay intereses colectivos y será un reto importante para mi aplicar en el ámbito judicial todos los conocimientos que he desarrollado en la vida académica y profesional.
TF: ¿Qué es lo que quiere transmitir a la sociedad fueguina?
MJL: Hace tiempo que trabajo como sociedad civil en defensa de sus derechos. Por eso me siento cómoda al hacer este pasaje al Poder Judicial. Tengo la suficiente madurez, conocimientos e independencia de criterio para aportar en la resolución de problemas complejos. Sin embargo quiero transmitir a les jóvenes, la necesidad de que participen y se involucren en la defensa de las causas que consideren justas. Se contribuye a los cambios desde distintos ámbitos: en la escuela o la Universidad, en los espacios gremiales o en el activismo social o político. Lo que puede generar una potencia de cambio irrefrenable es el accionar colectivo. Tengo mucha esperanza en las jóvenes de la Marea Verde. Espero que no se detengan después haber obtenido el acceso a un aborto legal gratuito y seguro. Esa Marea Verde debe ser consciente de la lucha de quienes la antecedieron y proyectarse a cambios más importantes. La democracia necesita cambios; la política no siempre está funcionando bien como tampoco el Poder judicial. Los partidos políticos y el sistema de representación está alejado de lo que a veces la ciudadanía reclama. Son pocos los momentos en que se sintoniza las necesidades de la calle. Pero las provincias patagónicas son dinámicas y progresistas. Tierra del Fuego ha tenido dos gobernadoras mujeres y han abierto camino en varios temas. Recuerdo cuando hicimos el primer matrimonio igualitario en Ushuaia y eso se dio por la solidaridad y la articulación de las feministas y personas LGBT. Confío que seamos muchas mujeres en todas partes y que más mujeres juezas ayudemos a reformar la Justicia. Será un orgullo contribuir, poder poner un granito de arena en esa dirección. Para eso quiero venir al Sur, nuestro norte -como diría Joaquín Torres García-.