La presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego advirtió
sobre las consecuencias negativas del sorpresivo levantamiento
de la barrera sanitaria para la carne con hueso y su impacto en el
estatus fueguino.
Lucila Apollinaire, presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego,
se refirió en FM Master’s al reciente levantamiento de la barrera sanitaria
para la importación de carne con hueso desde el norte de la barrera hacia
la Patagonia, una medida que fue anunciada sin previo aviso y que generó
preocupación en el sector productivo.
«Nosotros veníamos trabajando con el Gobierno Nacional en una serie de
reuniones en las distintas exposiciones rurales en Esquel, en Santa Cruz y
demás. Y, bueno, veníamos trabajando en un acuerdo y ayer nos
despertamos con esta noticia que se había levantado la barrera sanitaria
a partir del 1 de abril», explicó Apollinaire.
La medida, que fue frenada por 90 días tras gestiones urgentes, podría
tener serias consecuencias para el estatus sanitario diferenciado de Tierra
del Fuego, provincia libre de aftosa y brucelosis bovina sin necesidad de
vacunación. «Tierra del Fuego trabajó durante muchos años para lograr
ese estatus diferenciado. Esto es sin vacunación, o sea, nosotros somos
libres de aftosa y no vacunamos contra la aftosa», destacó.
Sin embargo, el ingreso de carne con hueso desde regiones donde se
vacuna contra estas enfermedades podría poner en riesgo este logro. «Si
nosotros aceptásemos esto, estamos ante un riesgo muy, muy serio»,
advirtió.
Apollinaire explicó que, en caso de un brote de aftosa en el norte del país,
Chile podría cerrar sus fronteras al tránsito de ganado, lo que afectaría
gravemente a la producción fueguina. «Toda la producción bovina de
Tierra del Fuego, la parte que se vende afuera de la isla, que se vende al
continente, tiene que pasar en camión por la República de Chile. Ante
cualquier situación de aftosa en el país, Chile automáticamente te cierra
la frontera», señaló.
La representante del ruralismo destacó la rápida reacción de los
gobernadores patagónicos, especialmente el de Río Negro, y subrayó la
necesidad de que los líderes políticos defiendan el estatus sanitario
alcanzado. «Necesitamos fuertemente que nuestro gobernador Melella y
que cada gobernador de Patagonia salga a decir su postura y a defender
esta cuestión de la barrera, porque costó muchos años lograr esta
situación diferenciada», afirmó.
Apollinaire recordó que el estatus sanitario de Tierra del Fuego es
resultado de décadas de esfuerzo y controles rigurosos. «Esto no es que
uno lo declara porque sí, sino que tenés un montón de auditorías, un
montón de controles, permanentemente la institución que controla esto,
tenés que seguir toda una serie de protocolos muy complejos para lograr
ese estatus», explicó. Además, resaltó la importancia de mantener este
logro para la calidad de la carne fueguina y su reconocimiento
internacional.
Respecto a las negociaciones, Apollinaire mencionó que la medida tomó
por sorpresa al sector, a pesar de que el tema había sido discutido en
reuniones previas con el Gobierno Nacional. «Veníamos trabajando bien y
nos decían que no, que nos quedemos tranquilos, que estaba todo bien.
Esto fue en consulta, y fue de un minuto para el otro, de una noche a la
mañana, lo cual nos sorprendió mucho», señaló. Sin embargo, destacó
que las gestiones realizadas lograron frenar la medida temporalmente.
En los próximos 90 días, se conformará una mesa de trabajo para abordar
el tema. «La idea es que ahora trabajemos juntos las instituciones, los
productores y los gobiernos», afirmó Apollinaire, quien también pidió el
apoyo de senadores y diputados para mantener el estatus sanitario. «Los
productores, en verdad, lo que sabemos es producir, entonces es muy
difícil ponerse en todas estas negociaciones políticas. Cada uno tiene que
hacer su parte», concluyó Lucila Apollinaire.