Un 57% de los argentinos usa sus ahorros para cubrir gastos mensuales, reveló una encuesta. El consumo de productos esenciales se redujo y las familias buscan alternativas más económicas, mientras las empresas ajustan sus estrategias para adaptarse a la situación.
Una reciente encuesta del Observatorio de Expectativas del Consumidor, llevada a cabo por la consultora Trendsity, reveló que el 57% de los argentinos debe recurrir a sus ahorros para cubrir los gastos mensuales. Este dato refleja un cambio significativo en los hábitos de consumo y ahorro de la población en medio de una economía inestable y un poder adquisitivo en declive.
El estudio, basado en una muestra nacional de 500 casos, muestra que un 54% de los encuestados recorre varios puntos de venta para encontrar mejores precios, mientras que un 58% ha reducido la compra de productos esenciales. Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity, señaló: “El escaneo permanente como estrategia de rendimiento implica comparar más, y en muchos casos, comprar con menor frecuencia: el 51% confirmó esta tendencia. En esta carrera por detectar precios competitivos, el 76% cambió marcas habituales por otras más accesibles”.
A pesar de la llegada del medio aguinaldo, una cierta recomposición salarial y una desaceleración en la inflación, el consumo sigue estancado. Mociulsky subrayó: “La posibilidad de stockearse como herramienta no aplica si los bolsillos están vacíos. Las compras se derrumbaron en un 35%”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en mayo de este año los sueldos aumentaron un 8,3% y superaron la inflación, que fue del 4,2%. Sin embargo, entre mayo de 2023 y mayo de 2024, la inflación acumulada fue del 276,4%, mientras que los salarios aumentaron un promedio del 216%, lo que implica una pérdida del 16% en el poder adquisitivo.
La encuesta también revela que las familias están adoptando nuevas estrategias para estirar sus ingresos. Mociulsky explicó: “Las familias buscan estirar los ingresos y, entre las estrategias, se destaca el aumento de alimentos básicos y económicos como legumbres, cereales y granos en detrimento de carnes vacunas, cuyo consumo llegó a los niveles más bajos de los últimos 30 años. Además, la cocina casera recuperó un lugar de prestigio ya que garantiza mayor rendimiento a menor costo. Parte del fenómeno se debe al surgimiento de las nuevas influencers que comparan precios y ayudan a elegir de forma inteligente”.
En respuesta a esta situación, algunas compañías están reforzando su compromiso de congelar los precios por 30 o 60 días, mientras que otras buscan fidelizar a los clientes con sus marcas propias, que están ganando popularidad, especialmente entre los jóvenes.
La encuesta también destaca que la economía es la principal preocupación para el 88% de los argentinos, tanto en el presente como a futuro. El 95% califica la situación del país como “regular” o “mala”. Esta desaprobación ha llevado a un cambio de hábitos en sectores que antes podían ahorrar. “La desaprobación implica, además, un cambio de hábitos en ciertos sectores que podían ahorrar. El 57% de la muestra usa sus ahorros para afrontar gastos mensuales”, indicó el informe.
Asimismo, el 76% de los argentinos muestra interés en aprender estrategias para manejar mejor el dinero, destacándose los temas de finanzas personales, inversiones y emprendimientos. Las empresas también están ajustando sus estrategias y desarrollando nuevas herramientas para adaptarse a esta realidad.
Un ejemplo de esta adaptación es el último Hot Sale realizado en mayo, que experimentó un incremento del 29% en ventas respecto al año anterior. Mociulsky afirmó que el evento registró un 38% más de productos vendidos, aunque se observó una tendencia hacia el consumo de productos de primera necesidad o de consumo masivo, y muchos aprovecharon para stockearse.
El análisis de Trendsity pone de manifiesto los desafíos económicos que enfrentan los argentinos y las estrategias que están adoptando para sobrellevar esta situación. La venta de dólares para pagar impuestos, como mencionó el ministro Luis Caputo, es solo una de las múltiples estrategias que las familias están considerando en un contexto económico cada vez más complicado.