Desde el sector comercial de la capital fueguina confirmaron que la caída de las ventas sigue vigente, incluso en el Día de la Madre, donde se vendió un 0.9% menos que el año pasado.
La situación del comercio en Ushuaia continúa mostrando un panorama complejo, con una caída sostenida en las ventas que se ha mantenido durante los últimos meses. Según la presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia y vicepresidenta de la CAME, Claudia Fernández, la situación del sector no ha mejorado, incluso en fechas clave como el Día de la Madre, que es tradicionalmente una de las más importantes para el comercio. Este año, las ventas cayeron un 0.9% en comparación con el año anterior, con un ticket promedio de 33.000 pesos, lo que refleja una tendencia negativa que ya lleva 27 meses consecutivos de descenso en la ciudad.
Fernández, por FM Master’s, expresó la profunda preocupación del sector por el contexto económico que sigue afectando a los comercios. “Estamos exactamente igual. Nosotros llevamos 27 meses consecutivos de caídas en ventas, y además con los aumentos permanentes que, aunque los índices de inflación marcan una cosa, al recibir las listas nosotros registramos otros aumentos que también hay que trasladarlos”.
Esto, sumado al incremento en los impuestos, tasas y alquileres, ha generado una significativa caída en la rentabilidad de los comercios.
A esta situación se le suma la incertidumbre sobre las medidas concretas que el gobierno nacional podría implementar para aliviar la situación de las pequeñas y medianas empresas (pymes). «Entendemos que el gobierno nacional planteó, cuando inició su gestión, que iban a ser meses difíciles y nos pidieron que se reorganice la macro para poder trabajar fuertemente con las pymes, pero ya necesitamos empezar a ver las medidas que se van a tomar para las micro y las pequeñas, porque la situación se está haciendo muy delicada”, agregó.
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los comercios en Ushuaia es el alto costo de vida y la dificultad para mantener precios competitivos. “Los alquileres son un 63% más caros que en otras provincias, los sueldos son un 80% más altos, y la carga tributaria también es un 80% mayor”, detalló Fernández. Esto, según la presidenta de la Cámara de Comercio, genera una percepción negativa entre los consumidores locales, quienes muchas veces acusan a los comerciantes de “ladrones” o “estafadores” por los altos precios. Sin embargo, Fernández aclaró que los comerciantes no son formadores de precios y que se ven obligados a trasladar los aumentos que reciben de los proveedores.
A esto se suma otro problema logístico que afecta directamente a los costos. “Como no hay gran producción fabril, el transporte también se ha encarecido, ya que los camiones que traen mercadería muchas veces no pueden completar su carga de regreso, lo que incrementa los costos de transporte que deben ser trasladados a los productos”, explicó.
Además, debido a la lejanía y el aislamiento geográfico, los comercios de Ushuaia deben contar con un mayor stock de productos que en otras ciudades del país, lo que implica un desembolso adicional en alquileres de depósitos y en la compra anticipada de mercadería sin la seguridad de poder venderla.
En cuanto a las formas de pago, Fernández señaló que las tarjetas de crédito están siendo utilizadas cada vez más para la compra de productos básicos, como los alimentos, lo que ha generado preocupación tanto en el sector comercial como entre los consumidores. “La mayoría está realizando las compras de supermercado en cuotas, y eso realmente complica, porque mes a mes se van sumando las cuotas y se hace imposible la compra”, afirmó.
A nivel nacional, desde la CAME se están llevando adelante negociaciones para reducir impuestos y servicios, y reacomodar el sistema de la AFIP, aunque el proceso ha enfrentado dificultades. “No se puede facturar porque el sistema no está operativo al 100%”, advirtió Fernández, quien también expresó la necesidad de encontrar soluciones inmediatas para aliviar la situación de las pequeñas y medianas empresas.
El comercio electrónico y las nuevas tecnologías de pago, como las transferencias y las aplicaciones móviles, están comenzando a ganar terreno en Ushuaia, aunque su adopción ha sido lenta. Fernández destacó que muchos comercios están optando por fomentar el uso de transferencias bancarias, ya que su costo es menor que el de las tarjetas de débito. Sin embargo, reconoció que todavía falta una mayor difusión y uso de estas herramientas por parte de los consumidores.
En resumen, la situación del sector comercial en Ushuaia sigue siendo delicada, con una caída sostenida en las ventas y un entorno económico que no ofrece señales claras de recuperación. La combinación de altos costos operativos, problemas logísticos y un consumo cada vez más restringido ha generado una preocupación creciente entre los comerciantes locales, quienes esperan medidas concretas que permitan aliviar las dificultades que enfrenta el sector. Mientras tanto, las expectativas siguen siendo altas, aunque el tiempo y la paciencia parecen estar agotándose.
