El legislador Jorge Lechman lanzó fuertes críticas al gobernador Gustavo Melella por insistir en una reforma constitucional mientras Tierra del Fuego enfrenta necesidades urgentes.
“Tenemos políticos cegados por el poder que buscan eternizarse en el Estado, pero el pueblo necesita respuestas reales”, señaló. Agregó: “Este gobierno gobernó durante años bajo un falso federalismo, aumentando la pobreza. Ahora les toca gobernar sin piloto automático, y parece que no saben por dónde empezar”.
Con un 50% de pobreza en la provincia, Lechman enfatizó que la prioridad debería estar en crear empleos y asegurar salarios dignos, no en una reforma que beneficia a unos pocos. “Es desconcertante que, en lugar de enfocarse en mejorar el acceso a servicios básicos, hablen de una reforma que solo asegura sus propios privilegios”, comentó el legislador.
“El verdadero deber de un gobierno es sintonizar con las necesidades de su gente, no con intereses particulares”, señaló. Para él, la transformación que Tierra del Fuego necesita pasa por empleo genuino y condiciones laborales justas, no por cambios constitucionales. Lechman afirmó que: “La responsabilidad de cualquier gobierno es escuchar a su gente. Ignorar la voz del pueblo para insistir en esta reforma es, en el mejor de los casos, una desconexión total y, en el peor, una maniobra para consolidar privilegios”.
“No se puede debatir antes cómo le pagamos sueldos dignos a nuestros médicos, a nuestros enfermeros, a nuestros docentes, a nuestra policía, a nuestros empleados en el IPV, a nuestros trabajadores viales, al personal, es decir a todos los trabajadores. No podemos garantizar el servicio de energía eléctrica a precios razonables, agua potable, ni el estado adecuado de las rutas o la infraestructura básica», recalcó.
Además, añadió que tampoco se han atendido temas cruciales como la *pobreza e indigencia, la creación de empleo digno, el mantenimiento del régimen de promoción, y el cuidado de los empleados textiles.
Lechman concluyó con un llamado a la reflexión sobre las prioridades del gobierno de Melella, insistiendo en que “la reforma debería quedar en segundo plano frente a la necesidad urgente de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de todos los fueguinos”.
