Sólo el inmenso Daniel Preto, pudo prevalecer por sobre la nueva generación de pilotos que tiene la Tierra del Fuego y la región de Magallanes.
Definitivamente, el Gran Premio de la Hermandad tiene una nueva generación de pilotos que, así como se adueñó del rally de A.PI.TU.R., ahora también lo hace con la carrera más tradicional del automovilismo fueguino.
De todas maneras, hay que detenerse en Daniel Preto, porque a sus 60 años, había decidido que éste era su último Gran Premio y lo hizo ganando, tal vez, de la lógica manera para un verdadero N° 1. Pero no tan sólo ganó, sino que lo hizo en la categoría de mayor potencia, contra pilotos mucho más jóvenes, todos con una vasta experiencia, lo que hacía en la previa una carrera muy compleja para el piloto de Ushuaia. La combinación calidad-experiencia puesta al servicio de la carrera, lo llevaron a Preto a ganar de manera incuestionable.
Es cierto que en la categoría más disputada fue la E, donde los que decididamente lucharon por el primer lugar a lo largo de los 800 kilómetros de carrera no son precisamente unos pibes, los dos pasan los 40 años, pero ninguno conocía que era eso de ganar la Hermandad.
Dos pilotazos como Patricio Sánchez y Facundo Carletti protagonizaron una carrera sensacional, que en definitiva quedó en manos del primero. Una etapa para cada uno, un duelo que mantuvo en vilo a todos los que estuvieron presenciando la carrera.
Cuando hablamos de nueva generación, en esta edición de la Hermandad tuvo al pibe Matías De Amuchátegui y al ushuaiense Lucas Garro en sus mejores representantes.
De Amuchátegui tiene apenas 22 años y su victoria en la categoría “A” no es sorpresa, todo lo contrario, porque es un chico que ya deslumbró en cuatriciclos y cuando empezó a manejar autos, enseguida quedó claro que tenía calidad.
Habrá que ver por donde sigue su futuro, es un piloto muy rápido, de mucha calidad, el salto a una categoría de mayor potencia le dará aún mayor roce, mucha competitividad y en donde seguramente, no tendría problemas para ser protagonista principal.
Por su parte, el ushuaiense Lucas Garro es crack, uno de los 3 pilotos más rápidos de Tierra del Fuego, que con un Ford Ka, hizo de las delicias de los miles espectadores, ganó con una contundencia fiel a su estilo.
Son apellidos a los que hay que acostumbrarse, son los de la nueva generación, los que llegaron para dominar por varios años, el Gran Premio de la Hermandad.
