Un confuso episodio se produjo en horas de la madrugada del miércoles sobre calle Don Bosco al 2200.
Allí personal de la Comisaría Segunda de la ciudad de Río Grande se encontraba realizando controles vehiculares de rutina. En ese momento, se procede al control de un automóvil Ford Ka de color bordó, chapa patente FGJ 560 el cual era conducido por un joven de 21 años, quien fue identificado como Rubén Darío González.
Los efectivos le solicitaron al conductor la documentación personal y del rodado, mostrándose molesto por el control, como asimismo, aduciendo no contar con la misma. Ante ello, se convocó al personal de Tránsito Municipal, quienes tras pedir nuevamente la documentación, intentaron llevar adelante el control del examen de alcoholemia, medida a la que se negó González. Asimismo, en ese preciso momento, el conductor sacó de entre sus prendas un arma blanca, con la cual habría tenido claras intenciones de agredir al personal que se encontraba trabajando en el lugar.
Ante esta situación, el personal policial debió hacer uso de la fuerza pública con el fin de resguardar la integridad física de los agentes de Tránsito Municipal. Asimismo, el conductor, al solicitar descender del rodado, se negó en varias oportunidades, por lo que tras un forcejeo con los uniformados, se produjo la rotura del vidrio correspondiente a la ventanilla de la puerta del conductor.
Ante esta situación, se dio intervención a la Fiscalía de turno, quienes dispusieron la inmediata detención de Rubén González, quien permanece en calidad de incomunicado y a disposición de la Justicia bajo el delito de “atentado y resistencia contra la autoridad”, como así también el de “amenazas con arma”.
Por otro lado, a bordo del automóvil, viajaba un joven de 23 años como acompañante, quien fue dejado ir por la policía, dado a que no tomó intervención en ningún momento del enfrentamiento entre uniformados y el conductor.
Finalmente y tras la detención de González, se procedió al secuestro y resguardo de la unidad.