La noticia de la cantidad de cesanteados en la industria fueguina puso de nuevo en alerta al gremio mercantil por las repercusiones que puede traer la falta de dinero circulante en la ciudad.
Al respecto Daniel Rivarola, secretario Adjunto del Centro de Empleados de Comercio (CEC) expresó que la situación que atraviesan los metalúrgicos los perjudica de forma directa e indirecta, por un lado por las empresas que tercerizan la limpieza y por otro en lo relacionado a la ventas en los comercios.
En relación al primer caso el dirigente gremial explicó que “en el sector de limpieza solamente tenemos conflicto en dos empresas, BGH y Mirgor, donde habían ingresado personas contratadas hasta terminar la producción prevista. No afecta al personal de planta pero esos contratos no se van a sostener, y son tres en BGH y seis y Mirgor. Son nueve bajas que eran empleos transitorios”.
Rivarola indicó que la caída de contratos en las fábricas le pega de lleno a los comercios. “Por lo que hablo con los compañeros ya hay una merma enorme en las ventas y la situación que se dio en estos días nos habilita un junio más complejo; con más de 700 compañeros de UOM que quedaron en la calle, a un promedio de 40 mil pesos de sueldo, estamos hablando de 28 millones de pesos por mes que dejan de circular en la calle”.
El representante de los trabajadores mercantiles aclaró que más allá del aguinaldo que se cobra en junio, “esos 28 millones de pesos no van a estar en los comercios, en los alquileres, y estamos hablando nada más del sector industrial, porque puede haber más en las empresas que prestan servicios. En Comercio me tocaron nueve y, cuando Mirgor cerró la planta también se perdió personal de seguridad. Si se suman los sueldos de los gremios hermanos, como Seguridad o Gastronómicos, más los nuestros y los de la UOM, realmente el número es muy malo y preocupa. También el que queda empleado retrae el consumo ante el aumento de la incertidumbre”.
Rivarola además señaló que “estamos mirando con mucha preocupación los números y los compañeros de comercio me dicen que ya ahora hay momentos en que no entra ningún cliente. La cantidad de negocios vacíos se está dando, en fracciones horarias, y también hay que tener en cuenta la altura del mes. Se suma la inflación y la corrida del dólar, que profundiza la recesión. Ya hay comercios que están cambiando las horas extras del sábado por un franco y, cuando caen las ventas, despiden un empleado o le bajan la jornada”.
Si bien el dirigente del CEC señaló que los supermercados se siguen sosteniendo “en este último año y medio no entró un solo empleado nuevo. La Anónima siempre tuvo gente ingresando y, si había una licencia por embarazo o lo que fuere, ponían un reemplazo o tomaban gente si crecían las ventas, pero hace un año y medio que no entra ni un empleado nuevo, ni contratado ni como reemplazo. Los mismos empleados hacen los reemplazos, sin recargarse de trabajo porque, al haber menos ventas, tampoco tienen que reponer”.
