A casi un año y medio del traspaso de la planta de Ambassador a manos del grupo Mirgor, los trabajadores aún esperan respuestas sobre su futuro laboral.
Tras muchas negociaciones en septiembre del año pasado, se concretó el traspaso de la planta de Ambassador al grupo Mirgor. Sin embargo, aunque Mirgor hizo muchas promesas antes y después de hacerse cargo de la planta en diciembre de 2022, el tiempo ha pasado y pocas cosas se han concretado. Los propios empresarios destacaron el trabajo que hicieron los empleados para mantener la fábrica en funcionamiento. Sobre esta situación, Sandra Ragusa compartió sus preocupaciones y la de sus compañeros.
“Mirgor, cuando se hizo cargo de la planta en diciembre del 2022, hace ya casi un año y medio, dentro del expediente firmaron que se comprometían a pagar 18 meses de sueldo. Como un contrato de 18 meses que está llegando a su fin en el mes de julio y todavía no dan respuesta a los trabajadores sobre qué es lo que tienen proyectado hacer en ese galpón”, explicó Ragusa.
En aquel tiempo fueron citados a reuniones, y en una ocasión el Jefe de Recursos Humanos de Mirgor se comprometió a mantener el contacto con el personal. «Nunca más dieron respuesta de nada. Hay compañeros que han hecho escritos, llaman por teléfono y nadie les da una respuesta», comentó.
La incertidumbre laboral persiste entre los trabajadores, quienes constantemente piden que se reabran las puertas de la fábrica para volver a sus puestos. En este sentido Ragusa enfatizó: «Nadie da ningún tipo de respuesta, entonces el grupo de trabajadores necesita saber qué va a hacer Mirgor, porque tampoco hay que esperar que llegue la finalización del contrato para saber qué es lo que van a hacer con la gente».
Cuando se les convocó a reuniones en su momento, los trabajadores mantenían la esperanza de una pronta reactivación de la fábrica. «En ese momento había mucha ilusión de que se vuelvan a abrir las puertas, había mucha algarabía. Estábamos todos muy contentos porque se había logrado vender la fábrica y qué más que destacar en ese momento, y hasta el día de hoy también, no lo vamos a minimizar, que estén pagando el sueldo por un año y medio», señaló Ragusa.
La situación laboral actual es incierta para muchos de los antiguos empleados de Ambassador. «La nómina de trabajadores en el momento en que desaparecen los dueños de Ambassador, éramos 59. Cuando nos quedamos al resguardo de la fábrica, quedamos 28 trabajadores. O sea que la lucha se llevó a cabo con 28 trabajadores», detalló Ragusa. Con el paso del tiempo, el fallo del juez estableció que la resolución fuera igual para los 59 trabajadores, aunque muchos de ellos trabajaban en otra planta y recibían sueldos, vacaciones y aguinaldos.
Hoy en día, el número exacto de trabajadores que podrían regresar a sus puestos es incierto. «En la actualidad no sabría decirte qué cantidad exacta es la que podría volver a trabajar porque hay mucha gente que se fue de la isla, otra gente encontró otros trabajos. En aquel momento ya había gente que hacía changas, porque no se puede vivir sin trabajar, otros nos jubilamos y así es como ha quedado un grupo reducido de gente. Pero podría decir que aproximadamente entre 20 y 30 personas todavía se ilusionan con seguir trabajando», concluyó Ragusa.
