El presidente Javier Milei inauguró el sábado 1 de marzo el período de sesiones ordinarias del Congreso con un discurso de 71 minutos que combinó defensa de su gestión, críticas a la oposición y ambiciosas propuestas de reforma. A las 21:06, Milei subió las escalinatas del Congreso, fue recibido por la vicepresidenta Victoria Villarruel y el titular de Diputados, Martín Menem, y a las 21:14 inició su exposición ante la Asamblea Legislativa.
En su intervención, el jefe de Estado defendió a su gabinete y delineó los objetivos de su gobierno, entre los que destacó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para «sanear el balance del BCRA y salir definitivamente del cepo cambiario durante este año».
Milei afirmó que este acuerdo «busca restaurar el BCRA para que la inflación sea un mal recuerdo del pasado» y aseguró que los fondos se utilizarán para «cancelar parte de la deuda con el BCRA».
Además, pidió al Congreso que apoye esta iniciativa, argumentando que permitirá «un esquema cambiario más libre y eficiente, atraer mayores inversiones, reducir la inflación, generar empleo y disminuir la pobreza».
El presidente también se refirió a la política exterior, criticando la alianza histórica de Argentina con países como Cuba y Venezuela, y destacando la oportunidad de un acuerdo comercial con Estados Unidos. «Es necesario estar dispuestos a flexibilizar o incluso, llegado el caso, a salir del Mercosur, que lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros a costa de empobrecer a los argentinos», afirmó.
En materia de seguridad, Milei elogió la gestión de la ministra Patricia Bullrich, destacando que en 2024 se registró «el índice de homicidios más bajo de los últimos 25 años», y anunció la necesidad de aprobar una ley para bajar la edad de imputabilidad y agravar las penas del Código Penal. «Necesitamos emprender la reforma del Código Penal más importante de los últimos 100 años», sostuvo.
El mandatario no evitó las críticas a figuras de la oposición, como el gobernador Axel Kicillof, a quien responsabilizó por no abordar adecuadamente la inseguridad, y al diputado Facundo Manes, con quien tuvo un cruce dialéctico que derivó en un confuso episodio con Santiago Caputo. También se refirió al asesinato de Kim Gómez, una niña de 7 años, para cuestionar la visión «abolicionista» de Kicillof y el «wokismo jurídico» de Eugenio Zaffaroni.
Javier Milei cerró su discurso con un llamado a la unidad y una advertencia al Congreso: «Si este Congreso decidiera no acompañar, sepan que esto no detendrá el proceso de cambio. Lo vamos a hacer solos, a nuestra manera, pero tarde o temprano lo vamos a hacer. Nunca nos rendiremos».
El mensaje del presidente, cargado de simbolismos y frases contundentes, dejó en claro su determinación de avanzar con reformas profundas, aunque sea sin el apoyo del Legislativo.
En un pormenorizado discurso, el presidente defendió su gestión, criticó a la oposición y planteó un nuevo acuerdo con el FMI, reformas penales y migratorias, mientras responsabilizó al Congreso por el futuro del país.
El presidente Javier Milei inauguró el sábado 1 de marzo el período de sesiones ordinarias del Congreso con un discurso de 71 minutos que combinó defensa de su gestión, críticas a la oposición y ambiciosas propuestas de reforma. A las 21:06, Milei subió las escalinatas del Congreso, fue recibido por la vicepresidenta Victoria Villarruel y el titular de Diputados, Martín Menem, y a las 21:14 inició su exposición ante la Asamblea Legislativa.
En su intervención, el jefe de Estado defendió a su gabinete y delineó los objetivos de su gobierno, entre los que destacó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para «sanear el balance del BCRA y salir definitivamente del cepo cambiario durante este año».
Milei afirmó que este acuerdo «busca restaurar el BCRA para que la inflación sea un mal recuerdo del pasado» y aseguró que los fondos se utilizarán para «cancelar parte de la deuda con el BCRA».
Además, pidió al Congreso que apoye esta iniciativa, argumentando que permitirá «un esquema cambiario más libre y eficiente, atraer mayores inversiones, reducir la inflación, generar empleo y disminuir la pobreza».
El presidente también se refirió a la política exterior, criticando la alianza histórica de Argentina con países como Cuba y Venezuela, y destacando la oportunidad de un acuerdo comercial con Estados Unidos. «Es necesario estar dispuestos a flexibilizar o incluso, llegado el caso, a salir del Mercosur, que lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros a costa de empobrecer a los argentinos», afirmó.
En materia de seguridad, Milei elogió la gestión de la ministra Patricia Bullrich, destacando que en 2024 se registró «el índice de homicidios más bajo de los últimos 25 años», y anunció la necesidad de aprobar una ley para bajar la edad de imputabilidad y agravar las penas del Código Penal. «Necesitamos emprender la reforma del Código Penal más importante de los últimos 100 años», sostuvo.
El mandatario no evitó las críticas a figuras de la oposición, como el gobernador Axel Kicillof, a quien responsabilizó por no abordar adecuadamente la inseguridad, y al diputado Facundo Manes, con quien tuvo un cruce dialéctico que derivó en un confuso episodio con Santiago Caputo. También se refirió al asesinato de Kim Gómez, una niña de 7 años, para cuestionar la visión «abolicionista» de Kicillof y el «wokismo jurídico» de Eugenio Zaffaroni.
Javier Milei cerró su discurso con un llamado a la unidad y una advertencia al Congreso: «Si este Congreso decidiera no acompañar, sepan que esto no detendrá el proceso de cambio. Lo vamos a hacer solos, a nuestra manera, pero tarde o temprano lo vamos a hacer. Nunca nos rendiremos».
El mensaje del presidente, cargado de simbolismos y frases contundentes, dejó en claro su determinación de avanzar con reformas profundas, aunque sea sin el apoyo del Legislativo.