El Gobierno Provincial se hará cargo de las obras de remediación ambiental de la Laguna de los Cisnes de Río Grande, conocida también como Laguna Seca, para lo cual suscribió un convenio con los propietarios de la Estancia María Behety.
El acuerdo fue rubricado el martes último por la gobernadora Rosana Bertone y los representantes del establecimiento rural, mediante el cual la Estancia otorgará al Gobierno un permiso de uso y ocupación del predio sin costo alguno para el desarrollo de las obras que estarán a cargo del Ministerio de Obras y Servicios Públicos.
El proyecto es coordinado por la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático.
La Laguna de Los Cisnes presenta un gran desecamiento durante las temporadas de verano, generando grandes nubes de polvo que se trasladan desde hacia la ciudad y el aeropuerto local, llegando al extremo de suspender en varias oportunidades las operaciones aéreas debido a la baja visibilidad.
Al respecto, el Secretario de Ambiente, Mauro Pérez Toscani, señaló que “el problema de la laguna seca es un problema histórico que lleva más de 20 años y que tiene la ciudad de Río Grande por diferentes obras que se fueron realizando desde el municipio sin una planificación adecuada”.
El Ejecutivo destinará 29 millones de pesos para resolver este problema que también afecta a la salud de los riograndenses, mediante un plan de obras que evitará el secado de la laguna, abasteciéndose de agua proveniente del río Grande a través de estaciones de bombeo y cañerías.
La recarga artificial de la laguna se realizará durante los meses de verano. El proyecto plantea la captación por bombeo en el río Grande, la conducción entubada de 443 metros para sortear un desnivel de 50 metros y un canal a cielo abierto de 8.000 metros aproximados. El caudal efectivo a conducir es de 130 litros por segundo.
Para el funcionamiento de las bombas, será necesario la ampliación del tendido de energía eléctrica hasta el sector seleccionado para el trasvase de cuenca. El bombeo se plantea desde la cabecera de la microcuenca de la Laguna de los Cisnes, mediante la alimentación artificial con agua captada del Río Grande, a 1100 metros aguas arriba de la actual toma de la Planta Potabilizadora.