La medida, vigente hasta el 30 de junio, baja las retenciones a cultivos como soja, trigo y maíz. Economías regionales como el azúcar y tabaco tendrán eliminación definitiva. Responden a reclamos por crisis del sector.
El Gobierno nacional anunció una baja temporal de las retenciones a los principales cultivos agropecuarios, medida que regirá desde el próximo lunes hasta el 30 de junio. Entre los productos alcanzados por esta decisión se encuentran la soja, cuyos derechos de exportación descenderán del 33% al 26%, así como el trigo, el maíz y el girasol, entre otros. En paralelo, se dispuso la eliminación definitiva de las retenciones para las economías regionales, en lo que constituye un reclamo histórico del sector.
La iniciativa fue confirmada por el vocero presidencial Manuel Adorni y el ministro de Economía, Luis Caputo, quienes justificaron esta decisión en el contexto de una baja histórica en los precios internacionales de los commodities, sumada a las secuelas de una extensa sequía y la alta carga tributaria que pesa sobre el agro. «Hay una situación particular en el campo producto de la sequía y la baja del precio de los commodities, por lo que van a bajar temporariamente las retenciones a los principales cultivos como soja, porotos, aceite, harina, trigo, cebada, sorgo, maíz y girasol desde el lunes hasta fin de junio. No podemos hacerlo ahora de manera permanente porque no tenemos los recursos», explicó Caputo.
El titular del Palacio de Hacienda enfatizó además que el Gobierno busca cumplir con una deuda pendiente para el sector rural: «Vamos a eliminar de manera permanente las retenciones a las economías regionales. El presidente siempre ha dicho que el campo era una prioridad. Estas medidas vienen a avalar estas promesas presidenciales».
En una conferencia de prensa, el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, detalló las nuevas alícuotas temporales: las retenciones a la soja pasarán del 33% al 26%, mientras que las de sus derivados, como el aceite y la harina, bajarán del 31% al 24,5%. Para el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz, las alícuotas descenderán del 12% al 9,5%, y en el caso del girasol, del 7% al 5,5%.
Por otra parte, las economías regionales que aún tenían retenciones residuales, como el azúcar, algodón, cuero bovino, tabaco y arroz, entre otros productos, verán eliminados estos tributos de forma definitiva.
El anuncio llega tras semanas de presión desde diferentes sectores. La semana pasada, los gobernadores de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba mantuvieron una reunión en Rosario donde pidieron al presidente Javier Milei un alivio impositivo para el agro, calificando esta demanda como «una necesidad del principal sector productivo de las tres provincias».
En paralelo, la Mesa de Enlace también había solicitado formalmente una audiencia con el ministro Caputo y el secretario Iraeta, planteando «un alivio fiscal inmediato» que permitiera a los productores enfrentar los altos costos de producción.
En este contexto, Caputo subrayó que la medida representa «una muestra de solidaridad» con la situación crítica que atraviesa el campo. «Lo que estamos tratando de hacer no es otra cosa que justicia. Eso es bajar impuestos», afirmó. Sin embargo, aprovechó para enviar un mensaje a los gobiernos provinciales y municipales que se sumaron al reclamo por la eliminación de las retenciones: «Sería bueno que las exigencias, no sé si llamarlos reclamos, empiecen a concentrarse más a nivel de provincias y municipios».
La coyuntura del sector agropecuario combina adversidades climáticas, como la sequía y las temperaturas extremas, con la caída de los precios internacionales de los granos y los elevados costos de producción, factores que han puesto en jaque la sostenibilidad de esta actividad esencial para la economía del país. «Las condiciones climáticas, como la falta de lluvias y las altas temperaturas, sumado a la depresión de los precios internacionales y los altos costos de producción, condicionan la actividad que genera desarrollo económico y arraigo en todas las provincias del país», argumentó la Mesa de Enlace en un comunicado reciente.
Si bien el alivio impositivo representa un respiro para el sector, el propio Caputo reconoció las limitaciones fiscales para avanzar hacia una eliminación total y permanente de las retenciones. «Me encantaría eliminarlas a cero y permanentemente, pero eso implicaría tener un superávit equivalente a los US$8 mil millones que no tenemos. Pero entendemos que hay una situación particular en el campo», concluyó el ministro, dejando en claro que las medidas adoptadas responden a la búsqueda de un delicado equilibrio entre la sustentabilidad fiscal y el apoyo a uno de los sectores productivos más relevantes del país.