La ministra de Salud de la provincia analizó la actualidad del sistema público tanto en la provincia como en el país. Advirtió sobre la preocupante carencia de profesionales y consideró que reformular los planes de estudios y tiempos, podría ser la solución.
La ministra de Salud de Tierra del Fuego, Judith Di Giglio, hizo un llamado urgente para reconsiderar la formación de los profesionales médicos y el sistema de salud pública en general, tanto en la provincia como en el país. Durante su análisis, expresado en FM Master’s, sobre la actualidad del sistema sanitario tanto a nivel provincial como nacional, Di Giglio subrayó la alarmante escasez de médicos y la necesidad de reformular los planes de estudio y los tiempos de formación.
En un contexto donde cada vez menos jóvenes eligen la carrera de medicina, Di Giglio expresó: «Es necesario repensar, y se está haciendo desde hace varios años, el sistema de salud y la formación de los profesionales de la salud». La ministra destacó que este fenómeno no es reciente, sino que ha venido desarrollándose durante la última década.
«Este es el quinto año de gestión que estoy a cargo del Ministerio de Salud y cada vez son menos los jóvenes que eligen estudiar medicina en el país y en el mundo. Con números que asombran», señaló.
La situación es particularmente preocupante en comparación con otras profesiones de la salud, como kinesiología, odontología y psicomotricidad, que han visto un incremento en la cantidad de postulantes. En este contexto, informó que se trabaja en los Consejos Federales de Salud para desarrollar un plan que contemple la reducción de los años de estudio necesarios para formar a un médico. Actualmente, la formación médica completa puede extenderse hasta diez años, lo que incluye siete años de carrera y tres o cuatro años de especialización.
Di Giglio resaltó la necesidad de adaptar los programas de estudio a las nuevas generaciones: «Hoy, las nuevas generaciones son diferentes a las generaciones anteriores y eligen otras cosas empezando por nuevos programas de formación, nuevos programas de estudio, en lo cual la UBA está trabajando junto al Ministerio de Educación y al Ministerio de Salud».
Además, la funcionaria puso de relieve la carga laboral que implica la especialización médica: «Los médicos cuando hacen la especialidad trabajan 80, 90 horas semanales con guardias de 24 horas y al otro día siguen trabajando hasta cumplir su horario». Este modelo, afirmó, es cada vez menos atractivo para los jóvenes, quienes priorizan un equilibrio entre su vida profesional y personal, incluyendo tiempo para el deporte, la familia y los viajes.
El desafío es especialmente crítico en las especialidades básicas que sostienen el funcionamiento de los hospitales, como pediatría, clínica médica, ginecología, terapia intensiva, infantil y neonatología. Estas áreas, que requieren guardias de 24 horas de emergencia, son las menos escogidas por los nuevos profesionales. «Hoy no se cubren los cupos en pediatría. En los próximos años no vamos a tener pediatras», advirtió Di Giglio, señalando también la disminución de la natalidad como un factor que podría influir en esta tendencia.
También abordó la cuestión de la especialización y la dedicación exclusiva en el contexto de una población pequeña como la de Ushuaia. Utilizando el ejemplo de los neurocirujanos, destacó que tener múltiples especialistas de alta complejidad para una población reducida puede resultar en un desperdicio de recursos y en una falta de casuística necesaria para el continuo desarrollo profesional. «Para nosotros tener dos neurocirujanos con el régimen de dedicación exclusiva y que el otro sanatorio de alta complejidad que hay en la ciudad tenga otros dos neurocirujanos, es decir, tener cuatro neurocirujanos en la ciudad de Ushuaia, para el número de población que tenemos, es desperdiciar un recurso con alta formación, que es escaso en el país y que no hay casuística para el número de población que tenemos».
El análisis de la ministra Judith Di Giglio pone de manifiesto la necesidad urgente de repensar y reformar el sistema de salud pública en Tierra del Fuego. La escasez de médicos y la rigidez del actual modelo de formación son desafíos que requieren soluciones innovadoras y adaptadas a las nuevas generaciones y a las necesidades específicas de la población.