El ministro de Economía detalló el cambio denotado en la relación, en términos económicos y financieros, entre la Nación y la provincia, a raíz de los últimos recortes adoptados por el gobierno central que afectan a las provincias, y a la nuestra en particular.
En un contexto de crisis económica y ajuste fiscal, la relación financiera entre la Nación y la provincia de Tierra del Fuego ha sufrido un notable deterioro, según detalló por FM Master’s Francisco Devita, ministro de Economía de la provincia. Los recientes recortes y medidas adoptadas por el gobierno central han impactado fuertemente en las finanzas provinciales, afectando diversos proyectos y programas esenciales.
«En principio, la remisión de fondos de las transferencias discrecionales se redujo a la mínima expresión. A cero, básicamente», afirmó Devita, subrayando la gravedad de la situación. Las transferencias discrecionales son aquellas que el gobierno nacional realiza de manera no automática y que pueden ser dirigidas a obras y programas específicos en las provincias.
El ministro explicó que el recorte más significativo se dio en la obra pública. «Teníamos varias transferencias involucradas, primero en lo que respecta a la obra pública. Ahí teníamos obras que estábamos ejecutando por más de $20.000 millones con un grado distinto de avance de las cuales todas quedaron paralizadas, ninguna se retomó, ni se pudo continuar, excepto que fueran continuadas con fondos propios». La falta de continuidad en estos proyectos no solo detiene el progreso infraestructural, sino que también genera incertidumbre y preocupación sobre el futuro de estas obras.
A esta problemática se suma la falta de claridad respecto a qué proyectos podrán continuar: «Tampoco hubo una respuesta respecto a qué obra se iba a continuar, o no. Entendemos que en esos procesos de cambio se toma la decisión de hacer determinadas auditorías, al día de hoy no está confirmado cuál de ellas se continuaría», indicó Devita.
Además, el funcionario destacó que existen propuestas por más de $107.000 millones que habían sido presentadas por el Poder Ejecutivo provincial y que no tenían objeciones ni financieras ni técnicas, pero que ahora enfrentan una situación incierta. «Recibimos la respuesta de que obra no iniciada no había posibilidad ni siquiera de plantearla», detalló, haciendo referencia a proyectos tan variados como la construcción de escuelas técnicas y viviendas, cuya puesta en marcha ahora parece lejana.
El proceso de decisión sobre la continuación de las obras en ejecución también ha sido complejo y cambiante, según advirtió: «Las que estaban en proceso de ejecución dijeron que iban a pasar por una especie de tamiz técnico para después aclarar cuáles iban a continuar». Sin embargo, hasta la fecha, no se ha recibido una confirmación definitiva. Devita mencionó que la ministra de Obras Públicas de la provincia está gestionando en Buenos Aires para intentar desbloquear algunos de estos proyectos.
Frente a la falta de certezas, la provincia ha tenido que tomar decisiones drásticas, como continuar algunas obras con fondos propios: «En alguna de esas obras, como por ejemplo la construcción de los intralotes de gas de Margen Sur, las vamos a hacer con fondos propios. Para terminar faltan $373 millones de básica y $200 millones de los equipamientos», indicó Devita, mostrando la decisión de la provincia para avanzar a pesar de las restricciones.
Los recortes también han afectado programas específicos cruciales, como los alimentarios y la conectividad de los colegios. «Retiraron eso. Tomaron contacto ahora con el ministro de Educación para ver la posibilidad de que algo pueda resurgir», señaló respecto a los programas alimentarios, que en años anteriores habían oscilado en montos de $500 a $1500 millones.
En cuanto a la conectividad en los establecimientos educativos, el ministro Devita mencionó: «Se pagaba la conectividad de los colegios que implicaba alrededor de $100 millones por mes y se cortó la conectividad de todos los colegios con lo cual, eso nos hicimos cargo nosotros también». Este corte impacta directamente en la educación de los estudiantes, obligando a la provincia a reasignar recursos para mantener el acceso a internet en las instituciones educativas.
Otro punto crítico ha sido el recorte del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que implicaba $28.700 por cargo por docente. «Formó parte de los que luego nosotros negociamos en una mesa paritaria, porque entendíamos que en realidad un sector puede no tener incremento, pero en este caso se había recortado el salario», explicó, subrayando que el recorte afectó directamente los ingresos de los docentes, situación que la provincia intentó paliar a través de la negociación paritaria.
La situación financiera de Tierra del Fuego refleja un panorama complicado y un desafío significativo para las autoridades provinciales, que deben lidiar con la falta de fondos nacionales y buscar alternativas para sostener el desarrollo y el bienestar de su población.
