En su primer viaje presidencial del año -¿y de su mandato?-, Javier Milei encabezará una comitiva a la Base Marambio para conocer un ambicioso proyecto ecológico de la OIEA que trabajará en preservación. Volaría desde Río Gallegos, a donde regresaría el mismo día.
El presidente argentino Javier Milei, junto al director de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, emprenderá su primer viaje presidencial en 2024, y el primero de su mandato, si se excluye el reciente polémico vuelo a Mar del Plata para ver actuar a su novia Fátima Florez. El objetivo: iniciar un programa de control de contaminación en la Antártida, liderado por el OIEA.
El presidente, tras recibir a Grossi en la Casa Rosada, decidió respaldar el proyecto ecológico de la OIEA, que busca abordar la preocupante presencia de microplásticos en la nieve antártica, según reveló un estudio científico en junio de 2022. El hallazgo en la Isla de Ross, a casi 60 kilómetros de la Base Marambio, alertó sobre el impacto potencial en el clima y el derretimiento del hielo.
El proyecto se enmarca en la iniciativa «NUClear TEChnology for Plastic Pollution Control (NUTEC Plastics)», materializada en un Memorandum de Entendimiento (MoU) firmado entre el Gobierno argentino y la OIEA en octubre de 2022. Un impasse ocurrido en abril de 2023, a la espera de un nuevo gobierno, se rompió con la asunción de Milei.
La expedición, programada para el 5 de enero, contará con la presencia de la canciller Diana Mondino y el ministro de Defensa, Luis Petri, entre otros miembros del Gabinete. Tras pernoctar en una base militar de Río Gallegos, el equipo tiene previsto llegar a la Antártida el 6 de enero, visitando la emblemática Base Marambio.
La relevancia de este programa radica en la importancia estratégica de la Antártida, que alberga cerca del 80% del agua dulce del planeta. La temperatura promedio más baja y la media de humedad convierten a este continente en un gigantesco «cubo de hielo» crucial para el equilibrio ambiental global.