El escándalo de la criptomoneda $LIBRA, a partir de un tuit de Javier Milei, desató una crisis política y financiera sin precedentes desde que asumió el actual gobierno. Paso a paso lo que ocurrió en un fin de semana negro para LLA. Lo que podría pasar en el Congreso.
El viernes 14 de febrero, a las 19:01, el presidente Javier Milei publicó en su cuenta de X (antes Twitter) un mensaje de apoyo a una nueva criptomoneda llamada $LIBRA, un nombre que coincidía con su signo zodiacal.
Lo que parecía ser una simple promoción de un proyecto privado se convirtió en pocas horas en un escándalo de dimensiones internacionales, que dejó a miles de inversores afectados, generó una crisis política en Argentina y puso en duda la estabilidad del gobierno.
El tuit de Milei, dirigido a sus más de 3 millones de seguidores, tuvo un impacto inmediato. La criptomoneda $LIBRA, que inicialmente no tenía valor, experimentó un aumento exponencial en su precio, llegando a superar los 5 dólares en cuestión de horas.
Sin embargo, el entusiasmo inicial se derrumbó cuando los principales inversores retiraron sus fondos, estimados en alrededor de 90 millones de dólares, lo que provocó un colapso en el valor de la moneda. Según expertos, el valor total de la inversión había alcanzado los 4.000 millones de dólares antes de su caída.
Este episodio ha sido interpretado por algunos analistas como un caso de «rug pull», un término utilizado en el mundo de las criptomonedas para describir un fraude en el que los creadores de un proyecto abandonan repentinamente la iniciativa y se llevan los fondos de los inversores.
En este caso, se estima que alrededor de 44.000 personas resultaron afectadas, muchas de ellas seguidores de Milei y militantes libertarios que confiaron en su recomendación.
Entre los promotores de la criptomoneda se encontraban figuras cercanas al presidente, como el comunicador Daniel «El Gordo Dan» Parisini, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y los diputados José Luis Espert y Damián Arabia.
La reacción en las redes sociales fue inmediata. Tras el colapso de $LIBRA muchos usuarios especularon que la cuenta de Milei había sido hackeada. Sin embargo, la diputada Lilia Lemoine, cercana al presidente, aclaró que el tuit había sido publicado por el propio Milei.
Horas más tarde, el mandatario confirmó esta versión, explicando que la empresa detrás de $LIBRA era KIP Protocol, con la que se había reunido en octubre, pero que el proyecto era «puramente privado» y no tenía ninguna vinculación con él.
A las 0:38 del sábado, Milei borró el tuit promocional y publicó otro en el que intentó aclarar la situación. «Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y, luego de haberme interiorizado, decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet)», escribió. En el mismo mensaje, el presidente acusó a la «casta política» de intentar aprovechar la situación para perjudicarlo.
Sin embargo, las explicaciones no fueron suficientes para calmar las aguas. El precio de $LIBRA, que había comenzado en 0,000001 dólares y llegó a superar los 5 dólares, cayó abruptamente a 0,00001 dólares. Mientras tanto, los principales promotores de la criptomoneda, como Parisini y Menem, eliminaron sus publicaciones de apoyo al proyecto.
La oposición política no tardó en reaccionar. El diputado Esteban Paulon, del Partido Socialista de Santa Fe, presentó un pedido de informes para que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, explique las razones que llevaron a Milei a promocionar lo que muchos consideran una estafa. Maximiliano Ferraro, presidente de la Coalición Cívica, anunció que solicitará la conformación de una comisión investigadora en el Congreso, argumentando que el presidente podría haber incurrido en delitos como estafa, defraudación y lavado de activos.
Martín Lousteau, líder de la UCR, comparó el caso con el escándalo de los bolsos de José López y afirmó que Milei era, al menos, «partícipe necesario» del fraude.
Desde el kirchnerismo, las críticas fueron aún más duras. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner acusó a Milei de haber «inflado el valor» de la criptomoneda aprovechando su investidura presidencial, mientras que el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, lo calificó de «partícipe de una estafa mundial».
El gobierno, por su parte, anunció la creación de una Unidad de Tareas de Investigación (UTI) para investigar lo sucedido. En un comunicado, se informó que la Oficina Anticorrupción (OA) también intervendrá para determinar si existió alguna conducta impropia por parte de miembros del gobierno, incluido el propio presidente. «El presidente Javier Milei ha decidido darle intervención de forma inmediata a la Oficina Anticorrupción (OA) para que determine si existió una conducta impropia por parte de algún miembro del Gobierno Nacional, incluido el propio presidente», señaló el comunicado.
Mientras tanto, Hayden Mark Davis, fundador de $LIBRA, aseguró en un video que él es asesor de Milei y culpó al gobierno argentino de la caída de la criptomoneda al retirar su apoyo. «Milei inicialmente respaldó y promovió activamente Libra Token en plataformas de redes sociales, incluidas X e Instagram. Sus asociados habían asegurado su apoyo público en el lanzamiento y me garantizaron que su respaldo continuaría a lo largo del proceso», afirmó Davis.
El escándalo ha trascendido las fronteras de Argentina, con cobertura en medios internacionales como The New York Times. Mientras tanto, los mercados financieros esperan con incertidumbre la reacción del lunes, aunque se ha señalado que ese día es feriado en Estados Unidos, lo que podría retrasar el impacto en Wall Street.