El Gobierno Nacional abrió la inscripción para sumar personal a
la próxima Campaña Antártica. Los aspirantes deben cumplir con
exigentes requisitos médicos, formativos y normativos, en un
entorno de cooperación internacional y estricto respeto
ambiental.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la Dirección Nacional
del Antártico (DNA), formalizó los requisitos para quienes deseen
participar en la próxima Campaña Antártica del Programa Antártico
Argentino. La convocatoria, dirigida a investigadores y profesionales,
busca integrar equipos de trabajo en uno de los entornos más
desafiantes del planeta, bajo normas rigurosas de convivencia,
seguridad y preservación ecológica.
Entre las condiciones indispensables, los postulantes deben pertenecer a
un proyecto incluido en el Plan Anual Antártico, superar evaluaciones
médicas y psicológicas realizadas por el Instituto Nacional de Medicina
Aeroespacial -avaladas por la Dirección de Salud del Ministerio- y
aprobar cursos de capacitación determinados por la DNA. Los
certificados tienen validez limitada: un año para el apto físico y plazos
variables para la formación académica, según lo establecido por las
autoridades.
El marco regulatorio es claro. Los participantes quedan sujetos a la
jurisdicción argentina y a las Normas de Convivencia aprobadas en
2018, que prevén sanciones ante incumplimientos, incluyendo la
expulsión de la base y la inhabilitación para futuras campañas. «El
respeto a las jerarquías y protocolos de seguridad es
innegociable», señala el texto oficial, que también aplica a extranjeros
invitados por convenios internacionales, quienes deben presentar
seguros médicos y adhesión expresa a las reglas argentinas.
La dimensión ambiental es otro pilar. Todas las actividades deben contar
con aval previo del Programa de Gestión Ambiental y Turismo de la
DNA, especialmente aquellas que involucren flora, fauna o áreas
protegidas. Este enfoque refleja el compromiso argentino con el Tratado
Antártico y la conservación del ecosistema.
Con una logística compleja y un clima extremo, la Campaña Antártica no
sólo representa una oportunidad científica, sino también un test de
resiliencia. Los seleccionados se sumarán a una tradición que posiciona
a Argentina como actor clave en la investigación polar, con más de un
siglo de presencia ininterrumpida en el continente blanco.