El titular del gremio de empleados de comercio de Río Grande se explayó acerca de la crítica situación que viven los trabajadores del sector, con casi un 30% del padrón de sus afiliados inactivo, por haber sido despedidos en los últimos seis meses.
La situación del desempleo en Río Grande ha alcanzado niveles alarmantes en el primer semestre de 2024, con casi un tercio de los empleados de comercio sin trabajo. Daniel Rivarola, titular del gremio de empleados de comercio de la ciudad, expresó por FM Master’s su profunda preocupación por esta crisis que afecta gravemente a los trabajadores del sector.
Rivarola detalló que «la situación de los comercios es compleja en lo que va del año 2024. La recesión ha hecho que las ventas bajaran muchísimo y en virtud de eso empecemos a tener bajas también de trabajadores de comercio».
La recesión y la falta de ingresos en la actividad industrial han generado una cadena de efectos negativos que impactan directamente en el comercio. «Esta recesión y la falta de ingresos en la actividad industrial hace de que no se derramen esos salarios en nuestro sector. A su vez que haya despidos en la limpieza, justamente en las fábricas por falta de producción», explica.
La magnitud del problema se refleja en los datos presentados por el gremio, que ha registrado 347 despidos en lo que va del primer semestre, representando alrededor del 28% de su padrón de afiliados. «Nos ha llevado a un límite que hace muchísimos años, no sé si del 2001, que nos ha bajado muchísimo la cantidad de trabajadores. Nosotros tenemos registrados hasta ayer 347 despidos en lo que va del primer semestre, casi el 28% de nuestro padrón, casi el 30%», señaló Rivarola.
Esta situación genera una gran incertidumbre entre los trabajadores, quienes diariamente consultan sobre posibles despidos y liquidaciones. «Es un número muy alto, y eso nos preocupa porque todavía estamos recibiendo a diario algunos comentarios, consultas con respecto a liquidaciones o posibles despidos», añadió el titular del gremio.
La reactivación de la industria se presenta como una esperanza para revertir esta tendencia. «Estamos en alerta, pero la realidad es esta, en la medida que no se active la industria para el derrame en esos salarios, el comercio en Río Grande está complicado», aseguró Rivarola. Sin embargo, señaló que la apertura de nuevos comercios no es la solución, ya que simplemente redistribuiría las ventas existentes y podría generar más despidos en los negocios ya establecidos: «Por más que mañana venga y abra otro supermercado para tomar gente, lo único que va a hacer es reducir las ventas de los que ya están insertados en Río Grande y a su vez por bajar las ventas para compensar la del nuevo, va a echar gente el viejo».
La esperanza del gremio está puesta en la reactivación de sectores industriales como el textil, plástico y metalúrgico: «En realidad nuestra esperanza está establecida y depositada en la reactivación industrial, textil, plástica y metalúrgica». Rivarola añadió que ha habido conversaciones con empresas de limpieza que anticipan una posible reactivación en agosto o septiembre, lo cual podría generar nuevas oportunidades de empleo. «Tenemos algunas charlas con empresas de limpieza que me dicen que posiblemente haya una reactivación en agosto o septiembre en un pedido de personal. Teníamos más firmemente una empresa que nos había solicitado en principio despidos, iban a notificar, que después los cambiamos por adelantamiento de vacaciones para que la gente esos espacios que impedían el despido y poner gente en vacaciones anticipadas antes de los periodos normales a los efectos de ir rotándolos, sostenerlos en el tiempo porque la palabra estaba que en agosto septiembre se reincorporaba y no querían perder esta mano de obra calificada. El acuerdo se suspendió porque aparentemente se va a resistir».
A pesar de la crítica situación, el gremialista mantiene un atisbo de optimismo, confiando en la recuperación industrial para mejorar la situación del empleo. «Esos son los puntos donde nosotros nos dicen que bueno, si se reactiva la industria, empezamos a recuperar puestos de trabajo», concluyó.
La reactivación económica, ya sea en los sectores tradicionales o en nuevas industrias como el petróleo, se vislumbra como la solución para estabilizar el mercado laboral y mejorar las condiciones del comercio en Río Grande: «Alguna esperanza hay, apostamos a eso y si no es eso, en algún tipo de industria nueva, llámese petróleo o algo que establezca nuevos salarios en el mercado que sean volcados en el comercio».