El viceministro de Coordinación de Gabinete de Tierra del Fuego
aseguró que un agente recién ingresado cobra $1.100.000,
rechazó comparaciones con la Policía Federal y detalló medidas
para aliviar el hacinamiento en las cárceles.
En medio del debate por los salarios de las fuerzas de seguridad, el
viceministro de Coordinación de Gabinete de la provincia, Jorge Canals,
respondió a las críticas de la legisladora Natalia Gracianía (La Libertad
Avanza), quien calificó de «miserables» los ingresos policiales y denunció
que muchos agentes deben complementarlos con trabajos informales.
Canals, por FM Master’s y FM Fuego, defendió las políticas provinciales y
brindó precisiones sobre los montos actuales.
“Se critica que la provincia haya dado un aumento salarial en lo
que va del año de un 12% para la Policía de la provincia, pero no
se dice nada cuando a nivel nacional la Policía Federal solo recibió
un 5%”, señaló el funcionario. Aseguró que las críticas carecen de
contexto: “Decir que hay un aumento del 1% en la provincia es
desconocer lo mínimo que está pasando, es solo una crítica en
redes sociales”.
Sobre los montos, Canals fue contundente: “Un policía activo, un
agente recién ingresado de la policía va a estar cobrando 1 millón
100 mil pesos”. Aunque reconoció que los salarios aún requieren
mejora, desmintió la cifra de $900.000 mencionada por Gracianía: “Yo
no digo que tenemos los mejores salarios de la policía, que es
necesario poder conseguir recursos y mejorar. No soy ni necio ni
obtuso”.
La legisladora había alertado sobre la precariedad que enfrentan los
agentes: “Hay una desesperación absoluta. La policía no puede
sindicalizarse, no tiene representación, y el Consejo del Salario no
se reúne”. También mencionó que muchos recurren a manejar Uber o a
bolsas de alimentos para subsistir.
Canals también abordó el conflicto en las cárceles fueguinas,
particularmente en Ushuaia, donde el hacinamiento generó tensiones. “El
principal conflicto con los presos es en Ushuaia. Había 25 presos
durmiendo en el piso. Se trasladaron 19 a Río Grande y
habilitamos el anexo 2 allí para readecuar y trasladar más
detenidos”, explicó.
Aunque la medida alivió la situación, advirtió sobre un escenario complejo
a futuro: “Eso descomprimió la situación en Ushuaia, pero hay un
crecimiento sostenido de individuos que entran a la cárcel y la
proyección hace que se vea que eso va a aumentar”. El ministro
atribuyó parte del problema a decisiones pasadas: “Hace unos años,
por mezquindad política, se trabó la posibilidad de tener una
unidad penitenciaria en Ushuaia y ahora hay que buscar
alternativas”, concluyó Jorge Canals.