Por Silvana Minue-Un grupo de voluntarios, conformado por 75 personas del Comité de Seguimiento del Compromiso Onashaga, desembarcaron en las islas Despard, Casco y Mary Ann. Esta red de instituciones cuenta con representantes del Instituto Fueguino de Turismo (INFUETUR), Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), Asociación de Profesionales en Turismo (APROTUR), Administración de Parques Nacionales (APN), Universidad Nacional de Tierra del Fuego A.e.I.A.S. (UNTDF), Secretaría Provincial de Ambiente. Todo bajo la coordinación y administración de la Agencia de Desarrollo Ushuaia.
Durante la limpieza se encontraron materiales como plásticos, chapas, vidrios, botellas pets, telgopór, hisopos, sogas plásticas, entre otros, los cuales fueron trasladados hasta la ciudad para su separación, seleccionado los residuos reciclables con el objetivo de ser tratados en la cooperativa Kaux, y el resto se trasladó al relleno sanitario.
También el viernes 7 de abril se realizó la campaña de limpieza en la Isla Martillo, hogar de 4000 parejas de pingüino de Magallanes y de 65 parejas de pingüinos papúa. Durante esa limpieza se recolectaron dos bolsas de acopio con material plástico, zunchos, botellas, pero principalmente basura proveniente de la actividad pesquera como cabos.
Haciendo un balance de la jornada indicó que «una de las cosas que más nos sorprendió fue encontrar basura en los nidos de aves, nidos en donde no hay aves, pero si plásticos», explicó Silvina Cárdenas del InFueTur e integrante de Compromiso Onashaga en declaraciones a FM MASTER´S.
Por lo tanto, «es complicado ver la cantidad de basura que uno encuentra en las islas. Se va mermando la situación año tras año, pero seguimos encontrando diferentes tipos de basura».
En este sentido, indicó que en la Isla Casco «encontramos muchas chapas oxidadas, cubiertas, palets un poco de todo. Otro grupo, recolectó en un sector «telgopor viejo, bolsas de nailon, mucha chapa y botellas de plástico, muchas cuerdas, cabos, que son típicos de embarcaciones, restos de plástico, tipo de balde o restos de cosas que se van rompiendo y se van llevando hacia ese sector. Y después encontramos también un bidón enorme de combustible como de 20 litros, son las típicas cosas que se vuelan en algún momento quizás no se tire a propósito, pero se va encontrando».
Cárdenas apuntó a una teoría de porque esos materiales van a la zona del mar. «Lo que uno hace en la ciudad repercute en las costas del resto del Canal y en las islas. Tiene que ver con que muchos lo usan para sostener las obras. Hoy por hoy podemos ver que en toda la costa de Ushuaia se está urbanizando muchísimo y me imagino que esos materiales se pueden ir, por el movimiento de las costas, o se va por el viento, se va. En cuanto a la gestión del basural, tampoco tenemos la información, pero hasta ahí no vuela. Es raro, y básicamente tenemos bastantes imágenes también de toda la basura recabada».
«La sensación es que uno limpia, la basura se tira en la ciudad y eso vuelve acá; sabemos que es probable que vuelva a ir a las islas, pero de alguna forma tenemos la tranquilidad de que esa zona va a quedar limpio para las aves cuando que vengan el año que viene o que por lo menos no se va a ir acumulando tanto, por lo menos celebró un poco pensando más que nada en la fauna, que es la que termina perjudicada, o los mamíferos marinos», apuntó.
«Apostamos a tomar conciencia, sobre todo a poder capacitar y dar a conocer a la gente todas estas situaciones. De hecho, la semana pasada, estuvimos con también a algunas científicas del CADIC a una charla en la zona de Puerto Almanza, Punta Paraná. Y apostamos a eso, a que se puede ir tomando conciencia, sobre todo si uno no conoce que especies son las que viven en el canal, porque muchas veces damos la espalda al canal y no prestamos mucha atención a las aves que hay ahí, a la cantidad especies que uno recorre, por ejemplo, la zona de la costa de nuestra ciudad, en la Bahía Encerrada y encontramos más de 15 especies diferentes de aves. Y es muy difícil cuando uno no conoce el poder entender que puede perjudicar a esas aves si uno conoce. Yo creo es importante dar a conocer nuestra belleza que es única y desde el Turismo nosotros somos conscientes de los impactos que se pueden generar, pero también somos conscientes que podemos protegerlo».
«Y la reflexión es precisamente entender que eso que está ahí no lo producen los animales, lo producimos nosotros desde acá y el descuido como el desconocimiento en muchos casos no hace pensar en el impacto que pueda generar»; finalizó.
