La vivienda de una funcionaria municipal de Ushuaia fue atacada con bombas molotov. Una camioneta quedó destruida. Investigan el hecho en el contexto de denuncias por presuntas irregularidades financieras.
En la madrugada de este sábado, la ciudad de Ushuaia fue escenario de un atentado incendiario que puso en peligro la seguridad de una familia y causó la destrucción total de un vehículo. La vivienda de Vanesa Sáez, empleada municipal y figura en el centro de recientes denuncias públicas, fue blanco de dos bombas molotov arrojadas por desconocidos en un hecho que genera consternación y repudio en la comunidad.
El ataque se registró alrededor de las 3:30 en la calle Karukinka, entre Capitán Giachino y Vicente Canga. Según los primeros informes, uno de los artefactos impactó directamente sobre una camioneta Toyota Rav estacionada en el patio del domicilio, desatando un incendio que consumió el vehículo por completo. El segundo artefacto cayó al suelo sin romperse, y su mecha se apagó antes de causar mayores daños.
El vehículo siniestrado era propiedad de Julio Sáez Pertiñez, ex subjefe de Policía de la provincia, y padre de Valeria Sáez, quien vive en la vivienda atacada. Al momento del hecho, Sáez se encontraba fuera de la provincia.
Este incidente ocurre en un contexto de creciente tensión, ya que Vanesa Sáez ha sido objeto de denuncias por presuntas irregularidades financieras relacionadas con el manejo de aportes económicos de particulares. Como resultado de estas acusaciones, el municipio de Ushuaia decidió licenciarla.
Según trascendidos, las acusaciones han generado un clima adverso hacia la funcionaria, aunque las autoridades subrayan la necesidad de esclarecer el ataque de manera imparcial.
Desde el Ministerio de Seguridad de Tierra del Fuego informaron que se están analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en la zona para identificar a los responsables. «Estamos investigando todas las líneas posibles para esclarecer este acto y dar con los autores», señalaron fuentes oficiales.
Aunque los móviles del ataque no han sido esclarecidos, el incidente refleja un trasfondo de conflictividad que exige respuestas claras por parte de los organismos judiciales y de seguridad.