En el valle de Andorra, el vivero Koreanos, propiedad de León Moon, enfrenta un inesperado y grave problema: la ocupación ilegal de su predio por parte de una decena de familias. Moon, descendiente de Corea y dueño del comercio por más de 30 años, se manifestó consternado en FM Master’s ante los acontecimientos ocurridos el pasado viernes.
«El viernes 12 a las 18 nos percatamos de que había movimiento en el predio, nos acercamos y, efectivamente, no sé cómo, en horas ingresaron al predio con la destrucción del cercado y construyeron casillas. Estamos a la espera de la Justicia que actúe para proceder a trasladar estas personas, a que los desalojen», expresó Moon, destacando la necesidad de una intervención legal para resolver la situación.
El propietario del vivero explicó la importancia del predio, conocido localmente como «el predio de los coreanos», debido a su ascendencia. «Más de una década estamos en el predio, son aproximadamente 30 años. Hay parte del cercado que tiene evidencia de que tiene tiempo de la década del ‘90. La dimensión del predio, es un predio difícil de cercar constantemente y cada vez que haya alguna rotura por parte de terceros lo tratamos de refaccionar y se notan los parches que hemos puesto en su tiempo, porque todo es recursos, todo es plata. Esto es propio de un privado y estamos manejándonos en forma privada».
Moon lamentó la falta de respeto hacia su propiedad y la naturaleza circundante. «Claramente han roto el cerco. No es un espacio abierto, hay intencionalidad porque hay un cerco que lo rompieron y allí instalaron entre cinco o seis casillas». Además, subrayó que la ocupación no es obra de una sola persona, sino de varias, que han ingresado al predio, comprometiendo la producción de plantas cuidada durante décadas.
El enfrentamiento ha llevado a Moon a adoptar una postura pasiva, aunque vigilante. «No queremos tener ninguna discusión, ningún percance con ninguna persona. No queremos ir a la confrontación directa, pero sí me he hecho presente en el lugar, he hablado con estas personas. Son personas que no conocen la situación del predio, que se han puesto de acuerdo. Hemos contabilizado 10, e incluso puede haber más movimiento porque hasta el domingo no he parado».
Además, destacó las acciones nocturnas de los invasores, poniendo en riesgo la seguridad del área. «Continúan a la madrugada. Así actúan también, se mueven a la noche cuando no hay movimiento de personas y arrancan a construir. Cada vez que me he acercado con mi hermano, con gente cercana, porque ir solo también es un riesgo porque uno nunca sabe con qué clase de personas se está topando, se han escondido en las casillas o no se han presentado».
Preocupado por la situación, Moon ha solicitado repetidamente la intervención policial. «Hemos constantemente llamado a la policía para que se acerquen, para solicitar que por favor haya una persona que esté haciendo algún control, porque no puede ser que a las 2 de la mañana entren con motosierra y talen árboles. Es una locura. Están tirando árboles que tienen más años que ellos estando en la isla, y los están tirando sin ninguna conciencia. En menos de cuatro días han dejado un barrial que no se puede caminar».
La espera de la intervención judicial se vuelve crucial para León Moon y su vivero Koreanos, que buscan recuperar la tranquilidad y la seguridad en un valioso espacio que han cuidado y mantenido durante décadas.
