Por Esteban Parovel.- Un día histórico para la Selección Argentina de Futsal que orienta Matías Lucuix, que superó al Brasil plagado de figuras para avanzar a la final del Mundial de Lituania 2021 y poder dirimir el título por una celebración más de nuestro país. El fueguino Constantino «Kiki» Vaporaki gritó el primero de la albiceleste, que empezó a encaminar la clasificación.
Los gritos que le dieron la alegría máxima de agigantar la ilusión llegaron en el primer tiempo. El primero con un grito bien de goleador, parado en el segundo palo para asegurar el ingreso del balón, a los 11 minutos, y dos minutos más tarde, el máximo artillero en citas mundiales para la Argentina, «Titi» Borruto, definió en el corazón del área un desborde proveniente del sector derecho de la cancha, en una enorme apilada de Edelstein. Ferrao, que es el goleador de Brasil y del Mundial, descontó al marcar en la salida de un córner estaba posicionado para sorprenderlo a Sarmiento.
Argentina tuvo un plus, más allá del enorme desgaste físico y despliegue colectivo para cuidar la ventaja establecida; tuvo a su carta de triunfo, el as de espadas, casualmente, fue el arquero Nicolás Sarmiento que sacó a relucir su mejor repertorio en el Estadio de Kaunas, y sostuvo su valla inquebrantable hasta el cierre mismo del cotejo. Tal es así que hasta la última bocha del partido descansó en sus manos.
«Sabíamos que era un paso más, estábamos convencidos de que éramos capaces de vencer a este Brasil tan difícil», dijo Matías Lucuix tras la contienda que depositó a Argentina en la anhelada final. «Estamos muy emocionados sacamos al Brasil de las estrellas y estamos en la final. El objetivo era poder jugar todos los partidos, tengo un gran un orgullo por este plantel». «Ahora hay que descansar y disfrutar de estas pocas horas, con ilusión y con la humildad de volver a jugar una nueva final. Tenemos el sueño de ser campeones del mundo otra vez».
Por su parte, el habilidoso jugador fueguino, Kiki Vaporaki, logró marcar su sello en el resultado, como en aquella final de las Eliminatorias que terminó 3-1, en suelo brasileño; «es una felicidad inmensa. Dejamos afuera a Brasil, no hace falta contarles lo que significa para el futsal. Es el multicampeón y está lleno de nombres rutilantes. Nosotros, con la humildad y el juego que nos caracteriza pudimos hacer un gran partido para estar, otra vez, como en Colombia 2016, en una final del mundo», aseveró Kiki, envuelto en felicidad por ir hacia una contienda definitoria que podría ser la segunda consagración con la Selección Argentina en mundiales con la dificultad lógica que conlleva.
«Agradezco todos los mensajes y la demostración de cariño constante de toda la provincia. De todos lados. Ahora a descansar y a conocer al rival, que toque quien toque lo enfrentaremos con nuestras armas. Nos tocaron cruces dificilísimos hasta acá y lo que venga seguramente habrá que afrontarlo». En el camino, Argentina tuvo primero a Paraguay que es siempre aguerrido en octavos, después vino Rusia que tiene un plantel bárbaro con muchas variantes y hubo que sufrir hasta los penales con las salvadas de Sarmiento y Farach como héroes, y ahora Brasil, en las semis; en todos los casos, la Selección demostró carácter, solidaridad y jerarquía colectiva.
Hoy recién se conocerá el otro finalista cuando protagonicen la otra semi Portugal y Kazajiztán. La realidad marca que la Selección Argentina acrecienta sus esperanzas del bicampeonato y espera rival, con la ansiedad lógica de estar, como 5 años atrás, en vísperas de otra final del mundo. Hoy se celebra y festeja el avance; falta solo un paso firme más para la fiesta sea completamente argentina.
