Por Fabiana Morúa.- Otro 24 de marzo donde se reclamará y se exigirá justicia. Donde recordamos una época dura y difícil de la historia argentina. Día en que se perdieron vidas, familias, juventudes y adultxs fueron secuestradxs y asesinadxs; bebés que fueron apropiadxs.
Desde Tiempo Fueguino dialogamos con Elías Piñeiro que es integrante de la Multisectorial de Derechos Humanos de Río Grande: “Nuestras expectativas, como cada año, pasan por mantener viva la memoria de nuestros 30.000 compañeros y compañeras desaparecidas; reforzar en nuestra ciudad el recuerdo de Florencia Angélica Rojas Gutiérrez y Marcela Andrade, ambas asesinadas en nuestra ciudad durante la última dictadura por las fuerzas represivas. Como cada año exigimos justicia por las violaciones a los derechos humanos que suceden aun hoy en día”; expresó.
Sobre las actividades que se realizarán en torno a esta fecha en Río Grande; contando que seguimos ante una pandemia: “Debimos suspender la tradicional víspera que realizábamos todos los años el día 23 de marzo con la participación de diversos artistas, pero optamos por realizar el acto y marcha el día 24, siempre con los protocolos y cuidados necesarios”; detalló Piñeiro.
“Nos concentramos a las 17:30 horas en Espora y San Martín para rendir un homenaje a Florencia en el mural que la recuerda frente al casino de oficiales. Desde allí marcharemos hasta el espacio por la memoria en Mackinlay y Belgrano para realizar el acto central a las 18 horas”.
En cuanto a la capital fueguina, informó que, “van a concentrar a las 17 horas en San Martin y Fadul para realizar una radio abierta”.
Piñeiro fue consultado si tienen contactos con sobrevivientes de esta época tan oscura de nuestra historia: “Si, tenemos contacto, en cada acto muchos de ellos participan y cada vez que están dispuestos a decir unas palabras el micrófono está abierto, pero es un momento muy duro y difícil por lo que, muchas veces, optan por no hacerlo y es algo sumamente entendible y respetable”; aseguró.
También fue consultado por la movilidad de la juventud, adolescentes y jóvenes adultxs, en relación a la historia de argentina; sobre hechos puntuales y dolorosos como el que se recuerda cada 24 de marzo. Dado que cada vez se hace más notoria su participación.
“Creo que una clara intención de la última dictadura cívico-militar fue la de despolitizar a los jóvenes infundiendo el terror. Sin embargo, afortunadamente, no lo lograron y cada año toman un papel protagónico; no solo en el 24 de marzo, sino en todas las reivindicaciones y luchas por más derechos”, remarcó.
En cuanto al rol, a la acción por parte de la población general, indicó que, “lamentablemente, en parte, aún hay sectores muy conservadores, retrogradas y hasta fascistas que demonizan la lucha por los derechos humanos y la lucha en general. Algunos, incluso, no entienden que los pañuelos de las Madres son un símbolo mundial de la lucha por los derechos humanos y se oponen hasta a que sean pintados”.
No obstante, “por otro lado, creo que en general la sociedad mayoritariamente toma conciencia de lo que sucedió, exige justicia y acompaña las diversas actividades”.
“Creo que, en parte, Argentina es un ejemplo para el mundo ya que se enjuiciaron y condenaron a gran parte de los partícipes en la dictadura, en muchos países de Latinoamérica o algunos de Europa esto no sucede e incluso los dictadores tienen monumentos o calles con sus nombres. Todavía falta mucho, falta responsabilizar a los partícipes civiles, desclasificar archivos y detener los abusos de las fuerzas represivas porque seguimos teniendo desaparecidos en democracia”.
Por otro lado, “fue la sociedad y los organismos de derechos humanos quienes hicieron posible los juicios y condenas, así como que no sean liberados los dictadores como más de una vez se hizo desde la justicia”; expresó Elías Piñeiro.
“Como sociedad, hay muchas cosas que nos debemos replantear con respecto a la justicia, pero es claro que todos los responsables deben pagar y terminar sus días tras las rejas, aunque lamentablemente muchos siguen en libertad”; concluyó.