Por Alejandra Portatadino.*– Sin Puerto excavado multimodal, y logístico Antártico en Río Grande, que pueda contener un apostadero naval y de prefectura, donde pueda asentarse una flota pesquera propia con planta procesadora para explotar sosteniblemente nuestros recursos naturales marítimos, el Atlántico Sur queda abierto al saqueo, ante la mirada impávida de funcionarios que, o son peleles y no entienden nada o están más preocupados en sus beneficios personales y ver como tranzan para mantenerse que en cuidar los intereses soberanos de nuestra provincia y nuestro país.
Recordemos una nota publicada en el 2011 por la revista marplatense opinión 22 sobre la pesca del calamar en nuestro mar debido a unas imágenes de la NASA de la llamada Ciudad de las luces en el Mar http://www.opinionveintidos.com.ar/el-pais/pesca-la-nasa-alerta-sobre-pesca-de-calamar-en-la-plataforma-argentina/ En esa nota se comunican de la revista con la secretaría de ambiente de nuestra provincia y el Ministerio de Agricultura y Pesca de la Nación, y la ingrata sorpresa del lector ante las respuestas que denotaban claramente la falta de información de ambos organismos, donde quedaba reflejada la escasa o ninguna información que tenían los funcionarios sobre qué control se realizaba, o directamente no existía en la zona.
A partir del 2016 con el Gobierno de Mauricio Macri y la alianza Cambiemos , todo empeoró, se destinaron más recursos para fortalecer a Prefectura Naval y Gendarmería Nacional como fuerzas represivas que de patrullaje y control de nuestros mares y fronteras, enfrentado ambas fuerzas directamente contra el Pueblo Argentino, desvirtuando totalmente sus misiones y funciones para las que fueron creadas, y donde sus orígenes están íntimamente ligadas a las luchas de la independencia con el General Martin de Güemes y el Coronel Martín Jacobo Thompson donde su casa fue centro de las artes y de las ideas revolucionarias por la independencia y donde se ejecutó por primera vez el Himno Nacional el 25 de mayo de 1813.
La realidad que nos encontramos hoy es muy triste, tener nuestros Astilleros relegados a realizar simples reparaciones, desperdiciando su capacidad de construcción propia, dejando también fuera del sistema ingenieril de diseño, proyección y ejecución de tecnología naval propia a los profesionales que egresan de nuestras universidades de ingeniería.
Y lo que más duele, es cómo nos ve el mundo. Argentina, un país donde sus funcionarios y gobernantes son propensos a recibir sobornos para agilizar o sortear barreras burocráticas y así lograr beneficios comerciales y económicos, incluidas las estafas y los negociados espurios con fuga de divisas y recursos minerales y naturales. Vivimos en el país del “que hay para mi”.
Una de las acciones más claras que reflejan el accionar de estos funcionarios y gobernantes peleles y/o corruptos que dejan claramente expuesta la falta de conocimientos, inanición y capacidad de poder realizar cualquier control o fiscalización, es la acción de Estados Unidos al enviar al guardacostas USCGC Stone como lo expresaron para “garantizar que el hemisferio occidental sea seguro, libre y próspero” ante las crecientes actividades ilícitas de numerosas países, y solo basta leer para que se nos caiga la cara de vergüenza al ver en que nos hemos convertidos y como nos ven, las declaraciones del Almirante Karl Schultz, donde expresa “No todas las naciones marítimas tienen la capacidad de inspeccionar sus aguas soberanas o la moral conciencia para vigilar sus flotas; esta falta de responsabilidad compartida crea oportunidades de explotación en forma de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) ”.. «La patrulla del Stone demuestra nuestro compromiso con el orden establecido basado en reglas al abordar la pesca INDNR dondequiera que se despliegue un barco de la Guardia Costera »
Sus palabra reflejan cómo ven a Argentina, y lo más triste es que es la verdad, primero coimean funcionarios y gobernantes, si no funciona la coima aprietan mediante aprietes judicial y acciones mediáticas, destruyendo nuestra capacidad de diseño, construcción y producción, vendiéndonos luego los descartes, pero a su vez nos desprecian mientras todos los países con capacidad tecnológica y logística nos depredan y nos controlan a su antojo, mientras lo único que hacemos en Argentina son declaraciones sin ningún poder factico, o de control de lo que sucede en nuestro territorio, somos como al niño que se le quita un juguete, reclama, llora, pero el juguete no lo recupera y queda expuesto a que le sigan sacando otros juguetes, llorar y reclamar no implica accionar.
Y así pasó con los dos proyectos en Río Grande, posiblemente bien intencionados pero carentes de cualquier visión geoestratégica, comercial, de control vigilancia y de explotación sostenible de nuestros recursos, y análisis de costos beneficios, ni hablar, simplemente nos quedamos con la chiquita limitándonos a pensar en cruces corto o largo, pero sin ver otras alternativas superadoras logísticas, comerciales y de control y monitoreo con grandes beneficios para toda la provincia desde el control efectivo de nuestros mares y el pueblo fueguino. Lo lamentable es como quedaron expuestas las cabezas de corcho de los distintos funcionarios y gobernantes que han pasado incapaces de poder realizar un verdadero análisis geoestratégico comercial y de control soberano de la Región.
Observemos que el guarda costas Stone es de la clase Legend son los barcos más avanzados tecnológicamente de la flota de la Guardia Costera. Tienen una eslora (largo) de 127 metros con una manga (ancho) de 16 metros, desplazan 4.500 toneladas a plena carga. Tienen una velocidad máxima de 61km/h, un alcance de 22.000 Km, con una resistencia de 60 días sin tocar puerto y una tripulación de alrededor de 120 personas.
Muchos lectores desconocen que en Argentina, tenemos la capacidad de producir ese tipo de guarda costas, ya que los mismos podrían ser construidos sobre la base de una corbeta MEKO 140, que ya hemos fabricado 6 en Argentina, y, con las modificaciones armamentistas correspondientes, podremos tener guardacostas con de similares características que la clase Legend, incluida plataforma y hangar para helicóptero. Pero para eso hay que comenzar a utilizar nuestras universidades y nuestros astilleros, y lo más difícil, es que lo puedan entender los y las funcionarios/as que pululan, con una lengua muy larga y un cerebro muy corto y sobreviven a todo espacio político gracias a su capacidad de ser como los camaleones que cambian de color enseguida, oscuros personajes amanuenses con una alta capacidad de alcahueterismo.
Esperemos que esta nueva etapa del siglo XXI, nos depare un interconectado marítimo patagónico con el Canal Sur de Magdalena en funcionamiento, poder contar con un puerto escavado multipropósito comercial logístico antártico, pesquero, con apostadero naval en Rio Grande, que podamos tener buques de patrullajes construidos por Astilleros Argentinos. De lo contrario, solo nos queda arriar la bandera argentina, asumir que somos una colonia entrar al Commonwealth, cuya cabeza es la reina del Reino Unido y continuar manteniendo funcionarios y gobernantes charlatanes, verdaderas máquinas de impedir cualquier progreso para la Argentina, ocupando lugares que no les corresponde ni por capacidad, ni por idoneidad, ni por conocimiento.
*Alejandra Portatadino es Ingeniera Mecánica, Miembro de Ingeniería sin Fronteras Argentina, del ASME Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos, CAI Centro Argentino de Ingenieros, profesora post Grado UTN Buenos Aires, Presidenta de FIPCA Filial Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.