Por Elias García.- Dos enfermeros que se desempeñaban bajo la modalidad de contrato por el plazo de un año fueron despedidos del Hospital Regional Río Grande, y uno de ellos, José Lozano, expresó su malestar por una situación que se habría originado en las redes sociales, sin ningún tipo de fundamento basado en la parte profesional o laboral.
Unos 36 trabajadores fueron contratados el 1 de marzo. El licenciado en Enfermería, que también se desempeña en la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y dicta un curso superior de enfermeros especialistas en terapia intensiva, comenzó su función en el sector de Cirugía y luego en Guardia, con tareas en ambulancia y otras labores abocadas a atender la pandemia del COVID-19.
“Planteo un pensamiento en Facebook y empiezan a suceder ciertas circunstancias que son de persecución desde la Dirección de Enfermería, y el 12 de mayo, el Día del Enfermero, se decide por una cláusula dar de baja de mi contrato de un año a partir del 1 de junio, a mí y a otro colega que, por posición colateral, también es perjudicado”, describió, en una entrevista con FM Master’s.
Tras la publicación en las redes sociales, Lozano advirtió distintas acciones por parte del director de Enfermería. “Me mandó a ver en su momento a los pacientes que tenían positivo de COVID directamente, pero no viendo en la parte de gestión que eso podía involucrar a gran parte del sistema de salud de Río Grande, debido a que, ante un error que cometiera y me transformara en positivo, podía contagiar no sólo a la Guardia sino también mi otro trabajo en otra institución de la ciudad”, comentó.
“A partir de ahí la jefa de la Guardia también me sacó del WhatsApp donde se pasaban todas las novedades, lo cual fue otro error porque me dejó desinformado de todas las novedades y eso fue un error garrafal, si no hubiera sido por mis compañeros no me hubiera enterado de nada”, prosiguió Lozano.
Al enterarse de su desvinculación, Lozano consultó al director, quien respondió que “no tenía motivos pero le había molestado lo que había escrito en Face”.
“Los que hacen gestión en el hospital tienen que ver a la gente de una forma humana y más teniendo en cuenta cuáles son las necesidades sociales de Río Grande, no como patrones de estancia”, reclamó.
Asimismo, el enfermero señaló que la baja del contrato se hizo el 12 de mayo, Día del Enfermero. “Hasta en eso me pareció de mal gusto el hecho”, consideró.
“Tuve la posibilidad de hablar con supervisores y el jefe de Enfermería, todos me trasladaron su descontento”, indicó Lozano. “Después hablé con el gobernador (Gustavo Melella), le planteé la situación y me dijo que me quedara tranquilo porque iba a seguir trabajando”, contó el enfermero desvinculado.
“Se puso un mediador de la dirección de conflictos, hablé con él y fue muy agradable la charla, pero cuando me responde ayer (por el lunes) me dice que técnicamente está todo bien hecho pero no le gustan las formas. He tenido la suerte de capacitarme y seguir actualizándome, trabajo en la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, he aportado a la Dirección Nacional de Enfermería con recomendaciones en el marco de la pandemia del COVID, he dado charlas porque también me especializo en asistencia cardiológica avanzada y asistencia pediátrica avanzado, viajé a Uruguay, Ecuador y Chile; tuve oportunidades de expresar todo lo que uno cree que es el profesionalismo de enfermería”, aseguró.
Sobre el Hospital Regional Río Grande, Lozano referenció que es “una institución muy bien diagramada” pero el problema “es que la gestión está compuesta por amiguismo o alguna cuestión política y no está a la altura de lo que tiene que gestionar, más en estos tiempos de crisis”.
“A nivel direccional de la enfermería se presentaron un poco de celos o miedo, soy un enfermero asistencial, cumplo 6 horas, las cumplí siempre, no llego tarde ni falto”, recalcó.
“Me expresé en las redes sobre un tema que atañe a todo el país, no sólo aquí, eso queda muy claro”, contó sobre la publicación que derivó en su despido, y agregó que “estas cosas hacen que se produzcan errores que lastiman al hospital, y no me gusta estar en esta posición”.
“Cuando uno arma el equipo lo defiende hasta las últimas consecuencias, nadie quiere reconocer que cometieron un error, acá nos conocemos todos; conozco a las personas que han producido este hecho y podemos sentarnos a hablar, no dejan de ser personas de bien pero creo que han equivocado el camino y quieren sacar una piedra”, concluyó en su testimonio.
