Para estas fiestas, no puede faltar el tradicional vino espumante en la mesa para destapar a la hora del brindis.
¿Sabías que para que el vino sea burbujeante debe pasar por dos procesos de fermentación?, el primero que lo convierte en vino y el segundo que le da el gasificado.
Un dato importante es que en el mercado se pueden encontrar distintos tipos de vino espumante, los cuales de dividen según la cantidad de azúcar que contenga, la cual es producida por el mismo vino.
Si responde a una categoría seca, una copa de espumante de 150 ml contiene 70 calorías. En comparación con otros tragos, éste tiene un bajo aporte calórico, ya que en 100 ml de pisco o vodka hay desde 200 a 300 calorías, respectivamente.
¿Brut Nature, Extra Brut o Demi Sec? Brut Nature es el más seco de todos (menos de 3 gramos de azúcar residual por litro). Brut y Extra Brut (entre 8 y 15 gramos) son alternativas intermedias que van bien con casi todo. Los Demi Sec son más dulzones (entre 15 y 40), e ideales para cocteles (que los hacemos con menos azúcar).
Ante la duda, con el Extra Brut no vamos a fallar.
Otro dato importante son las copas! La copa ideal para un espumoso debe “guardar” las burbujas de forma natural, es decir, no promover ni evitar su efervescencia sino más bien dejarla libre. Además, debe tener tal forma que no afecte la temperatura, evitando que la bebida se caliente. Además y de acuerdo a los expertos la copa debe generar que los aromas se liberen y permitir un espacio para que la nariz del catador pueda percibirlos.
