La iniciativa se fundamenta en la Ley Nacional de Identidad de Género y la Ley 14.783 de la provincia de Buenos Aires conocida como “Ley Diana Sacayán”, una activista que luchaba inclusión social del colectivo travesti. Dicha normativa prevé que el 1% de los puestos en la administración pública sean ocupados por personas travestis, transexuales y transgénero, con el Estado como garante del acceso al puesto y la permanencia en él.
Esta norma fue aprobada por amplia mayoría y convirtió a la UNTDF en la segunda universidad en adoptar esta medida, después de la de Mar del Plata. Fue impulsada por ONG Red Diversa Positiva y los y las estudiantes nucleados en la agrupación “Megafón”, con la adhesión de la Asociación de Personal No Docente (APUNTDF), la Asociación de Docentes Investigadores Fueguinos (ADUF) y Asociación Fueguina de Docentes Universitarios AFUDI y asimismo, el Programa de Géneros y Sexualidades UNTDF.
Paula Pfoh, Responsable de la agrupación Megafón, explicó a Tiempo Fueguino “el concepto de discriminación inversa o acción positiva está establecido en las normas internacionales de derechos humanos, inclusive en la Constitución Nacional, tiene el objetivo de promover la igualdad real de oportunidades en empleos públicos”.
Además, agregó Pfoh, “el proyecto establece en el artículo 1 el requisito de idoneidad para el cargo, no es que con ser trans ingresas, sino que estas sujeto a la misma evaluación de idoneidad establecida por los convenios colectivos de trabajo para el cargo a ocuparse. Solamente que existe un 1% de los cargos a ocuparse que está reservado exclusivamente para personas trans, que tendrán una prioridad en la medida que cumplan con el requisito de idoneidad”.
“No es que estamos regalando puestos de trabajo o que hay una incapacidad por parte de las personas trans” aclaró Paola en cuanto al debate que se ha desarrollado al respecto, y afirmó “hay una realidad fáctica en la que por más que tengan toda la idoneidad, todos los títulos habidos y por haber, el 90% de las personas trans están desempleadas, más del 70% está o estuvo en situación de prostitución, y la realidad es que hoy la gran mayoría no tiene la posibilidad de acceder a la educación pública y mucho menos a la de nivel superior”.
Y remarcó “entontes es una medida de acción positiva para garantizar la igualdad real de oportunidades ante un grupo que está continuamente estigmatizado, relegado y en condiciones de prostitución y de clandestinidad”.
De esta manera, la UNTDF se suma al Municipio de Río Grande donde el cupo laboral trans –en este caso del 0,5%- está vigente desde 2017. En Ushuaia en cambio, el proyecto espera la resolución de los gremios nucleados en la Comisión Permanente de Asuntos y Relaciones Laborales de la Municipalidad (CoPARL).
Erika Noelí Moreno, referente local de Red Diversa Positiva sostuvo que la aprobación del cupo “tendría que ser ejemplificador para los otros organismos tanto gubernamentales como privados, basta de política de banner, no necesitamos charlas ni debates, eso lo hacemos nosotras, no necesitamos que hablen por nosotras”.
“Esto se ha ganado en la calle con las manifestaciones, y con el apoyo de todo el movimiento feminista de la provincia, de los sindicatos y de las organizaciones sociales”, dijo Erika.
Y agregó “queremos que en el futuro –las personas trans- no tengan que ejercer la prostitución como lo hicimos nosotras, que no lo hagan porque no les quede otra. Somos personas idóneas, nos merecemos trabajar como todo el mundo”.