Daiana Vázquez es una joven fueguina que hace dos años decidió emprender y crear su propia empresa de vinos en Europa. Luego de años de viajar y recorrer distintas ciudades, conoció a Alisa Sydow, nacida en Alemania y apasionada por el mundo del vino. De esa forma decidieron trabajar juntas y dar vida a lo que hoy se conoce como “Nampelka”.
Daiana nació en Río Grande en 1989, donde creció y vivió hasta los 18 años. La infancia, el colegio y su adolescencia son recuerdos latentes en su vida; y fue el apoyo y la contención de su familia lo qué la acompañó en su decisión de proyectar y crear su propio negocio. La joven dialogó con Tiempo Fueguino y compartió detalles de su historia y empresa.
TF: ¿Cómo inicia este proyecto en sus vidas?
Nampelka es un emprendimiento argentino-alemán que surge en el año 2015 en un viaje a Milán. Le llevé a Alisa (su socia) de regalo un Malbec, le gustó mucho y empezamos a hablar de vinos argentinos y de qué podíamos hacer con ellos en Europa. Ahí surgieron distintas ideas y comenzamos a trabajarlas. A principios de 2016, ya en Argentina, viajé a Mendoza y me contacté con una bodega orgánica-biodinámica de Luján de Cuyo. La idea, desde el inicio, no fue vender otra marca de vino, si no comprarlos y desarrollar una marca propia. Cuando propusimos el proyecto en la bodega les gustó mucho, también la etiqueta y nuestro nombre, así que a partir de eso le dimos para adelante.
TF: ¿Por qué eligen el nombre “Nampelka”?
Con Alisa nos conocimos en Fortaleza, Brasil, haciendo un voluntariado. Quisimos que Nampelka sea una marca que nos represente en todo sentido, por eso es biodinámica y orgánica, porque nuestro primer valor es la sustentabilidad. Y, por otra parte, algo que nos identifica son los viajes, ya que ambas somos amantes de viajar. Nampelka viene de la palabra “Nampelkafe” que en mapuche significa “viajero”.
Cabe destacar que el proyecto de Daiana y Alisa fue creciendo enormemente desde su inicio hasta el momento. Charlas, eventos, degustación de vinos y distintas actividades que permitieron que hoy puedan seguir avanzando y buscando llegar a otros países. La intensidad del trabajo, por su parte, sigue siendo la misma desde sus comienzos.
TF: ¿De qué manera trabajan cómo empresa?
Nosotras hacemos todo el proceso en Argentina: Compramos el vino, lo embotellamos y colocamos la etiqueta. Luego de eso va a Alemania y ahí tenemos un distribuidor que nos ayuda y facilita mucho las cosas. Empezamos vendiendo los vinos en Berlín y en el Norte de Alemania, y utilizamos los eventos como una forma de hacernos conocidas, y también para tener un “feedback” de la gente que los prueba y que por suerte han sido bastante buenos.
Para este año las jóvenes decidieron, entre otras de sus propuestas, realizar un evento junto a una fotógrafa argentina, conjugando el vino con el arte. Su slogan es “We are not perfect, we are natural” (No somos perfectas, somos naturales) y en consonancia con eso la muestra conjugó elementos de la naturaleza con el vino, y en cada fotografía se visualizó la belleza natural del cuerpo humano y de la naturaleza en sí.
A su vez, formaron parte de un panel de discusión junto a mujeres emprendedoras, en dónde hablaron de “cómo ser creativas formando una empresa multicultural”, haciendo referencia, principalmente, a cómo se motivan creativamente para trabajar siendo de diferentes países.
“La idea es poder crear una comunidad entre mujeres para ayudarnos entre sí, cada una con su emprendimiento”; “No es fácil el mundo de los vinos, ya que muchas veces resulta muy machista, por eso está bueno crear una sinergia entre mujeres”, mencionaba Daiana.
TF: ¿Qué fue lo que te inspiró a vivir tu vida viajando?
En el año 2006 me fui de intercambio a Holanda 6 meses, y eso fue lo que me despertó la curiosidad y el amor por viajar. Durante todos estos años busqué la excusa y la oportunidad para poder hacerlo; y principalmente lo que me gusta es involucrarme en cada sitio al que voy, conocer la cultura, a las personas, el idioma y no hacerlo simplemente como turista. Desde hace 8 meses vivo en Berlín y eso me permitió poder desarrollar mi emprendimiento al máximo.
Para finalizar, Daiana no quiso dejar de lado su amor y recuerdo por Tierra del Fuego, siendo además el 1° de junio el Día de la Provincia. En la charla hizo hincapié en su visión sobre el crecimiento y el desarrollo que ha tenido en estos años, así como también en sus recuerdos y lo que más extraña.
TF: ¿Qué representa para vos Tierra del Fuego?
Siempre que me preguntan de dónde soy cuento con mucho orgullo sobre mi Provincia. La gente es muy curiosa, siempre quiere saber más acerca del lugar y las costumbres; es un destino que intriga mucho. Yo les muestro fotos y relato un poco lo que fue mi vida allá. Extraño muchas cosas de mi ciudad, como vivir frente al mar, el ruido de las olas, los cielos, sus paisajes. También tengo recuerdos muy bellos de Tolhuin, ya que viví gran parte de mi infancia allí. Considero que Tierra del Fuego es una provincia que ha crecido mucho en los últimos años, y es un orgullo mirar después de tanto tiempo y ver como la gente emprende, avanza y profundiza en distintos ámbitos.
Nampelka es el resultado de un proceso personal e interno de Daiana que conjuga el amor por los viajes y el entusiasmo de llevar adelante un emprendimiento personal, con el trabajo, el esfuerzo y la creatividad que eso implica. “Nosotras queremos que Nampelka no sea simplemente una marca de vinos, si no que en el futuro sea una comunidad que incluya productos naturales, orgánicos y que contenga algo especial: que sean de todas partes del mundo. Y también poder llevar la marca para Argentina”, y agregó: “Con Alisa siempre aconsejamos a los jóvenes a que emprendan, que se animen, que si tienen una pasión no lo duden y se asocien con personas que tengan los mismos sueños y valores”, finalizó la joven.