El pediatra explicó que los virus respiratorios, incluida la gripe,
están en su pico estacional, con cuadros que pueden extenderse
hasta dos semanas. Recomendó priorizar la guardia para casos
graves y evaluar el estado general del paciente más que la fiebre.
En los últimos días, Ushuaia registró un incremento en casos de
infecciones respiratorias, especialmente en niños, con síntomas como
fiebre alta, dolores musculares y congestión. El Dr. Juan Alba, pediatra,
señaló en FM Master’s que «habitualmente en esta parte de la
temporada es cuando aparecen estos virus respiratorios». Aclaró
que, sin hisopados rutinarios, «los médicos no sabemos muy bien con
qué virus nos encontramos día a día», aunque destacó que «es muy
probable que esté circulando el virus influenza».
El especialista indicó que la diferencia clave entre un resfrío común y la
gripe radica en la intensidad de los síntomas: «La enfermedad tipo
influenza da fiebre, dolores musculares, decaimiento, dolor de
cabeza, dolor de garganta, y después evoluciona como un resfrío».
Advirtió que estos cuadros pueden confundirse con COVID-19, ya que
«durante los últimos años aprendimos que el COVID a algunas
personas le pega fuerte, como una gripe fuerte, y en otras es un
simple resfrío».
Frente al colapso en las guardias, Alba enfatizó que la prioridad debe ser
evaluar la gravedad: «Si yo tengo la sospecha que mi hijo puede
tener algo grave, no importa que la guardia esté colapsada».
Explicó que signos como dificultad respiratoria, cambios en la coloración
de la piel o somnolencia extrema requieren atención inmediata, mientras
que los casos leves pueden manejarse en casa o con el médico de
cabecera.
Sobre la duración de los síntomas, el pediatra aclaró que «los procesos
duran aproximadamente dos semanas». Destacó que la tos y la
congestión pueden persistir: «La gente muchas veces se asusta
porque dice, ‘hace 2 semanas que estoy con gripe’, bueno, es la
duración». Finalmente, el Dr. Juan Alba recomendó evitar la
sobremedicación y confiar en la evolución natural, salvo en pacientes con
alergias o complicaciones, quienes deben seguir un control más estrecho.