El secretario general de AMET confirmó deficiencias edilicias y de
infraestructura en escuelas de Ushuaia, que no pudieron comenzar
con el ciclo lectivo el pasado miércoles, denotando además la
ineficiencia del gobierno provincial para afrontar la problemática.
El inicio del ciclo lectivo en la provincia, pero principalmente en Ushuaia,
se ha visto nuevamente afectado por problemas edilicios y de
infraestructura en varias instituciones educativas, según denunció por FM
Master’s Juan Carrizo, secretario general de la Asociación del Magisterio
de Enseñanza Técnica (AMET).
Las deficiencias, que impidieron el comienzo de clases en algunas
escuelas el pasado miércoles, han puesto en evidencia la dificultad del
gobierno provincial para resolver una problemática que, según los
docentes, se arrastra desde hace años. “Lamentablemente seguimos con
complicaciones en cuanto a lo edilicio en algunas instituciones. Se vienen
sumando los problemas que venimos avisando y advirtiendo desde hace
semanas atrás”, afirmó Carrizo.
Entre las instituciones más afectadas se encuentran el colegio técnico
Olga B. de Arko, la escuela 16 y la escuela 22. En el caso del Olga B. de
Arko, las autoridades descubrieron que se había retirado el medidor de
gas que alimenta las calderas de calefacción, dejando al establecimiento
sin calefacción en las aulas. “El colegio quedó sin calefacción, quedó
solamente funcionando parte de la calefacción en el taller, con lo cual se
tuvo que enviar a alumnos y docentes a distintas instituciones para que
desarrollen todo el periodo de exámenes complementarios del mes de
febrero”, explicó Carrizo. Además, las actividades en los talleres se vieron
limitadas debido a que parte del equipo directivo y docente debió
adaptarse a las circunstancias. La escuela 16 también permanece cerrada
debido a una obra relacionada con el sistema de gas, que presenta
importantes pérdidas y requiere reparaciones urgentes. “Es visible que la
obra que hay es mucho más grande de lo que se preveía, se ha retirado
gas, se están verificando cañerías porque hay importantes pérdidas y
estimamos que por lo menos por una semana más esa escuela va a estar
cerrada”, señaló el secretario de AMET. Por su parte, la escuela 22
enfrenta problemas similares de calefacción, lo que ha obligado a
postergar el inicio de clases en ambas instituciones.
Carrizo destacó que estas situaciones no son nuevas y que, a pesar de las
advertencias reiteradas, no se han tomado medidas efectivas para
solucionarlas. “Nosotros desde AMET habíamos convocado paro para el
día 5 de marzo para dar un mensaje contundente con respecto al no
inicio, más allá de la cuestión salarial. Creemos que estas cuestiones
edilicias es lo que más está perjudicando a chicas y chicos en las
escuelas”, afirmó. Además, criticó la falta de diálogo con el gobierno
provincial: “Lamentablemente nosotros hoy con el gobierno tenemos el
diálogo vetado directamente, estamos vedados por la autoridad máxima
que es el gobernador y por el ministro de Educación”.
El sindicalista también cuestionó la gestión del Ministerio de Educación y
el área de Infraestructura Escolar, responsables de las obras de
reparación y mantenimiento. “La administración de este Ministerio de
Educación pasó a esta oficina de infraestructura escolar, todas las obras,
obras chicas, obras grandes, lo maneja infraestructura escolar, eso son
los que llaman a licitación o directamente hacen la contratación directa de
empresas para las reparaciones”, explicó. Sin embargo, según Carrizo, las
acciones emprendidas no han sido suficientes ni efectivas.
La situación ha generado malestar entre los docentes, quienes han visto
cómo las medidas de fuerza, como los paros, son atribuidas únicamente a
reclamos salariales, dejando de lado las problemáticas estructurales que
afectan a las escuelas. “Siempre la cuestión de la falta de clases a veces
se le achaca al docente o a las medidas de acción que se toman en cuanto
a lo sindical y las cuestiones salariales, pero poco se hace en las medidas
que no está tomando el gobierno para mantener las escuelas abiertas”,
sostuvo finalmente Juan Carrizo, esbozando un panorama crítico que
trasciende lo edilicio y se adentra en la falta de políticas públicas eficaces
para garantizar el derecho a la educación.