Un perro ingresó a la vivienda de un vecino y mordió a un niño de entre 7 y 9 años. La Municipalidad de Tolhuin intervino de oficio para aplicar la observación antirrábica y reforzar el control sobre la tenencia responsable de mascotas.
Un incidente protagonizado por dos perros domésticos en Tolhuin derivó en la intervención del área de Zoonosis del Municipio y en la activación del protocolo de observación antirrábica. El episodio tuvo lugar en el barrio 9 de Octubre e involucró a un niño de entre 7 y 9 años, quien resultó con heridas tras ser atacado por uno de los canes.
Según explicó en FM Master’s el doctor Ramiro Palomeque, director de Salud Pública Veterinaria de la Municipalidad de Tolhuin, el hecho ocurrió el viernes a las 16:30, cuando un perro macho, castrado e identificado, ingresó a la finca de un vecino y atacó al menor, provocándole lesiones a nivel del tobillo. «Le produce heridas a nivel de tobillo, las cuales fueron asistidas en el hospital modular de la ciudad», detalló.
La madre del niño agredido radicó una denuncia policial y, a partir de ello, las autoridades tomaron conocimiento del caso. «Cuando nosotros nos presentamos en su domicilio el sábado, la policía de la ciudad quedó en contactarse con nosotros», indicó Palomeque. No obstante, el área de Zoonosis accedió a la información a través de fuentes públicas y decidió actuar de oficio.
El protocolo en casos de mordedura establece que, además de la denuncia en la policía, se debe formalizar la notificación en el servicio público veterinario. «Nosotros tenemos que hacer la observación antirrábica del perro que agrede. Esto es una ley nacional, es la ley de lucha contra la rabia que tenemos en toda la República Argentina y esto lleva un periodo de 7 a 10 días de observación antirrábica», explicó el funcionario.
Sobre el procedimiento a seguir, Palomeque detalló que lo prioritario es la atención de la víctima y, en paralelo, la radicación de la denuncia en el servicio veterinario municipal. «Si el perro mordedor tiene un propietario, tiene un cuidador, lo que se hace es la observación en el domicilio del propio cuidador. Ese perro no puede moverse del predio del cuidador durante 7 a 10 días», puntualizó.
El caso adquirió notoriedad pública a raíz de comentarios en redes sociales que aludían a un antecedente de agresión. Sin embargo, Palomeque aclaró que el episodio previo involucró exclusivamente a los animales y no a personas. «El caso previo lo único que involucra es a la perra que defendió al niño en un primer momento hace meses atrás. Esta perra cruzó hacia el patio del otro vecino y atacó a la perra del otro vecino, o sea, fue un problema entre canes, no hubo humanos involucrados», señaló. En ese momento, las autoridades actuaron solicitando la reparación del cerco perimetral y la reubicación de la perra pitbull de la familia del niño en un canil dentro del predio.
La nueva agresión involucra a otro perro, un macho perteneciente a la familia vecina, que ingresó al domicilio del niño. «Nosotros por suerte, 24 horas después del hecho, nos anoticiamos por los medios públicos y a través del señor intendente rápidamente actuamos y verificamos que la situación se podía controlar», concluyó Palomeque.
El episodio reabre el debate sobre la tenencia responsable de mascotas y la necesidad de fortalecer los mecanismos de intervención ante incidentes de este tipo. Las autoridades municipales remarcaron la importancia de realizar las denuncias en tiempo y forma para agilizar los procedimientos y evitar nuevos ataques.
