Fabián Valdez, productor artesanal, refutó el anuncio oficial sobre la exportación de mejillones y acusó a la provincia de incumplir con SENASA, lo que le obligó a cerrar su planta y perder producción.
El productor artesanal de mejillones, Fabián Valdez, refutó las declaraciones del gobierno provincial sobre la exportación de este producto, asegurando que no se trata de un hecho histórico, como se había anunciado.
Valdez, titular de la empresa Valdez SRL, afirmó que su compañía ya había exportado mejillones, pero tuvo que detener la actividad debido a un incumplimiento de la provincia con las normativas de SENASA, lo que resultó en la suspensión de su planta.
En declaraciones a radio Provincia, Valdez respondió duramente los dichos del subsecretario de Coordinación Pesquera y Acuícola, Diego Marzioni, quien había destacado la reciente exportación de mejillones a través de la empresa New San Food. “Las interpreto como una burla, porque lo que dice es prácticamente toda mentira”, afirmó Valdez, asegurando que su empresa fue pionera en la exportación de mejillones al continente.
El productor relató que, durante el intento de realizar una nueva exportación, que tenía como destino la misma empresa a la que New San Food vendió recientemente, se encontraron con una traba inesperada: la exportación fue suspendida debido a la falta de cumplimiento de la Provincia con las normativas de SENASA. “Quedamos con el mejillón en los contenedores, intentamos venderlo a la provincia y lo que nos quedó lo tuvimos que tirar a la basura”, lamentó.
Valdez también explicó que su empresa contaba con una planta en Almanza, que había sido autorizada por SENASA, pero que, debido al incumplimiento de la provincia, la planta fue suspendida más de un año atrás. “Por este incumplimiento que tuvo la provincia, nuestra empresa tuvo que dejar de producir el mejillón y no pudimos seguir trabajando”, agregó.
En cuanto a la reciente exportación realizada por New San Food, Valdez destacó que la empresa logró la autorización de SENASA debido a que la provincia cumplió con los requisitos que la suya no pudo satisfacer. Sin embargo, subrayó que reactivar una empresa más pequeña resulta extremadamente difícil, ya que el proceso para producir mejillones lleva aproximadamente dos años, sumado a la burocracia necesaria para obtener permisos y acondicionar una planta.
Finalmente, Fabián Valdez lamentó la falta de apoyo directo a los pequeños productores, asegurando que los artesanales, como su empresa, siguen a la espera de una solución efectiva. “No hay un apoyo directo a los pequeños productores. Los artesanales quedamos a la espera”, concluyó.