Desde la Dirección de Cuidados Familiares Alternativos buscan familias interesadas en el cuidado de niños y adolescentes de familias que están pasando por algún proceso judicial o policial y que, por tanto, deben quedar a resguardo hasta tanto se defina su situación.
La Dirección General de Cuidados Familiares Alternativos sigue realizando un llamado a las familias de Río Grande para sumarse al programa de acogimiento de niños, niñas y adolescentes que necesitan ser resguardados de situaciones familiares complejas. Esta iniciativa busca que los menores, cuyas familias se encuentran en medio de procesos judiciales o policiales, tengan un hogar temporal hasta que se resuelva su situación.
Claudia Melo, directora de la mencionada área, manifestó en FM Master’s la preocupación que atraviesa el equipo de trabajo por la falta de familias dispuestas a acoger a estos menores. “Nuevamente apelamos a las familias de Río Grande, porque estamos en una situación bastante crítica en cuanto a las familias de acogimiento, las familias transitorias”, indicó.
A su juicio, diversos factores han influido en la escasez de familias disponibles, tales como las vacaciones y los viajes, lo que ha reducido la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia. “Ha sido un periodo que, quizás por las vacaciones, porque la gente viaja o espera familiares del Norte, no hay mucha disponibilidad de familia. Tenemos varias situaciones que tenemos que encontrar una solución donde se ha tomado una medida excepcional, porque los niños no pueden permanecer con el grupo familiar primario y no tenemos en este momento familias de acogimiento que puedan albergar estas situaciones que necesitamos poder trabajar”, explicó.
La labor de las familias de acogimiento es fundamental, ya que no solo ofrecen un hogar temporal, sino que también brindan contención y apoyo a los menores en situaciones de vulnerabilidad. «La familia de acogimiento es principalmente un sostén y una contención para estos niños que están en situaciones de vulneración de derechos», señaló Melo, quien detalló que las circunstancias que motivan estas medidas pueden incluir situaciones de consumo, maltrato, violencia o conflictos familiares graves. En esos casos, es necesario apartar a los menores del ambiente familiar inmediato para proteger su bienestar y garantizar su seguridad. «En el grupo familiar primario puede haber situaciones de consumo, de maltrato, de violencia, de agresiones entre los papás y los niños ahí como en medio de esas situaciones. En ese momento hay que tomar una medida para proteger a los niños y en este punto es que necesitamos una familia que pueda cuidar, hasta tanto se trabaje con los padres estas situaciones que dan origen a la medida», puntualizó la directora.
El cuidado que brindan estas familias implica una dedicación total, ya que se requiere un acompañamiento constante, las 24 horas del día. “Este cuidado es durante las 24 horas, por eso hablamos de familias. Son familias que brindan un lugar en su familia, en su casa, para los niños y adolescentes”, explicó Melo. Esta tarea no es fácil, pero es crucial para que los menores puedan atravesar un proceso de protección mientras se define su situación legal o familiar.
Para facilitar el proceso de incorporación de nuevas familias, la Dirección General ha dispuesto un formulario simple para que las personas interesadas puedan registrar su interés en participar del programa. «Tenemos un formulario que lo estamos haciendo transcurrir por las redes y también está en la página del Ministerio de Bienestar Ciudadano y Justicia», informó. El formulario solicita datos personales, dirección y un número telefónico, y una vez completado, se pone en marcha el proceso de evaluación. «Nosotros después nos ponemos en contacto con la familia, organizamos la entrevista de acuerdo a la disponibilidad horaria de la familia y ahí comenzamos con el proceso de evaluación», explicó Melo.
Además, indicó que el formulario no solo es un medio para la evaluación, sino también una herramienta para brindar información y asesoramiento a quienes deseen participar, pero no estén completamente informados sobre el programa. «Es un formulario muy simple de completar, hay que colocar los datos personales, la dirección y un número telefónico. Nosotros después nos ponemos en contacto con la familia, organizamos la entrevista de acuerdo a la disponibilidad horaria de la familia y ahí comenzamos con el proceso de evaluación. El formulario no es solamente para la evaluación, sino también para un asesoramiento, porque por ahí hay gente que no sabe muy bien de qué se trata, entonces necesitamos tomarnos un tiempo con cada familia para explicar bien de qué se trata el programa, de qué se tratan estos cuidados familiares», concluyó.
Con el simple hecho de completar el formulario, la Dirección General inicia el contacto con los interesados, comenzando un proceso que busca ofrecer el apoyo necesario a las familias de acogimiento y, lo más importante, garantizar la protección de los niños y adolescentes más vulnerables.
