Urquiza aclaró su posición respecto de declaraciones del abogado Giménez en el marco de su excusación en un caso de la muerte dudosa de una persona en un sanatorio de la ciudad de Río Grande.
En medio de una causa de muerte dudosa en un sanatorio de Río Grande, la fiscal Laura Urquiza respondió a las acusaciones del abogado Francisco Giménez y defendió su decisión de excusarse en el caso, argumentando que esta acción no implicó una negativa a intervenir. La controversia se desencadenó cuando Giménez, patrocinante de la familia del fallecido, cuestionó la actuación de Urquiza, alegando que su apartamiento equivalía a un rechazo de responsabilidad en la investigación. Ante esta interpretación, la fiscal afirmó, por FM Master’s, que existe una confusión en los términos legales y subrayó que “excusarse o negarse no es lo mismo en términos jurídicos”.
Urquiza explicó que su decisión obedeció a razones de competencia y que, en el sistema judicial, los jueces y fiscales pueden excusarse si consideran que una causa no les corresponde. En estos casos, detalló, la resolución pasa a un superior, quien designa al funcionario apropiado para intervenir en el asunto. En su defensa, enfatizó que “los jueces pueden excusarse, pueden considerar que esa causa no es de su competencia y pasarla a otro juez… en el ámbito del Ministerio Público Fiscal sucede lo mismo”. Según dijo, la decisión de apartarse fue tomada con base en criterios de competencia y no en una intención de eludir su función.
La fiscal expresó su preocupación ante la divulgación pública de aspectos internos del Ministerio Público Fiscal, calificando esta filtración como perjudicial para la transparencia y el correcto funcionamiento de la justicia. “Lo preocupante y lo grave es que situaciones internas de organización del Ministerio Público Fiscal (…) sean dadas a conocer públicamente”, afirmó, subrayando que estos asuntos deberían manejarse con discreción para no afectar el curso de las investigaciones.
Además, puntualizó que este tipo de información, al trascender públicamente, tiende a tergiversarse, lo que “no colabora al buen servicio de justicia”.
Urquiza rechazó las insinuaciones de que su apartamiento pueda interpretarse como una renuncia a investigar y aclaró que su decisión fue respaldada por una instrucción superior que designó a otro fiscal para el caso en cuestión. “No existió esa negativa en los términos en los que quieren hacer trascender”, sostuvo, y explicó que se trataba de un conflicto de competencia entre dos fiscales, que finalmente fue resuelto por la autoridad pertinente.
“Entendí que le correspondía al fiscal mayor, por una situación anterior que se había dado en la cual el Dr. Bramati había aceptado una situación similar de médicos privados y que había sido en el mismo turno, creo que cinco o seis días antes. Entonces, frente a su negativa, mi respuesta fue ‘pero si hace cinco o seis días recibiste una causa similar’. Ese fue todo el conflicto que hubo” se explayó al respecto.
En cuanto a la relevancia de su intervención en el proceso, la fiscal precisó: “Si el fiscal mayor decía que no, yo intervenía”.
La fiscal también señaló que el momento y la forma en que se divulgó esta información sugieren que existen motivaciones subyacentes para atacarla tanto a nivel público como en su vida privada. Aunque evitó especular sobre la intención detrás de la filtración, comentó: “Si se me ataca a mí desde lo personal, y no solamente desde lo público, sino también desde lo privado, es porque evidentemente hay otras cuestiones”. En sus declaraciones, la fiscal insistió en que su actuación en este caso fue estrictamente profesional y funcional, y que no hubo ninguna falta de ética o interés personal.
Al profundizar en la diferencia entre excusarse y negarse, Urquiza insistió en que existe una clara distinción jurídica entre ambas acciones. Según explicó, la excusación implica una cuestión de competencia, mientras que una negativa absoluta sería una falta grave, susceptible de sanción. Reiterando que nunca existió una negativa de su parte, la fiscal aseveró que, si hubiera actuado de acuerdo con lo que se le acusa, “por supuesto que sería pasible de una sanción. Pero no fue eso lo que sucedió”.
La fiscal Laura Urquiza finalizó destacando que el compromiso del Ministerio Público Fiscal es garantizar que las investigaciones se lleven adelante, sin importar qué funcionario esté asignado. Aseguró que las acciones internas nunca deben obstruir el proceso investigativo, y lamentó que esta situación haya derivado en una polémica pública. “Jamás se va a dejar de investigar un hecho por una cuestión interna que, insisto, jamás debería haber salido del ámbito interno de los funcionarios que participaron esa noche”.
En definitiva, subrayó que su apartamiento de la causa no debe interpretarse como un intento de evadir su responsabilidad y advirtió sobre el peligro de manipular la información judicial para generar conflictos.