Dicen que hace un mes que el establecimiento tiene cucarachas, sobre todo en la cocina y en los baños, y solicitan la fumigación. Admiten que los chicos tienen miedo de concurrir al baño por las cucarachas.
Un grupo de padres de la Escuela 10 de la ciudad de Río Grande expresó su creciente preocupación por la presencia de cucarachas en las instalaciones del establecimiento. Según denunciaron, esta situación persiste desde hace aproximadamente un mes, afectando principalmente a la cocina y los baños, lo que ha generado temor entre los estudiantes a la hora de utilizar estos espacios.
Uno de los padres relató que el problema comenzó cuando, durante una jornada de clases, los docentes decidieron suspender las actividades debido a la aparición de cucarachas en el aula, situación que, según explicó, «ya venía desde la cocina». A pesar de la suspensión de ese día, las clases se reanudaron normalmente el lunes siguiente. Sin embargo, la problemática no fue resuelta. «Mis hijos van a segundo y a quinto, y me dicen que sí, que hay cucarachas y más en el baño», afirmó.
El malestar entre los padres es evidente, ya que consideran que las medidas adoptadas hasta el momento han sido insuficientes. «Lo preocupante es que suspenden un día, como si en un día fueran a solucionar este problema. Un problema donde ya hay nidos de cucaracha no lo solucionás en un día», señaló un padre visiblemente molesto. Además, subrayó que, aunque en una ocasión se suspendió el servicio de viandas y se envió a los chicos a otro establecimiento, la cocina de la escuela sigue funcionando normalmente y los insectos continúan apareciendo.
Los padres advierten que la presencia de cucarachas en los pasillos y baños de la escuela es cada vez más notoria, lo que está afectando la asistencia de los alumnos. «Los chicos tienen que seguir viniendo a la escuela, porque si no vienen, las faltas siguen corriendo y seguimos en la misma», explicaron, mientras se cuestionaban la efectividad de las desinfecciones realizadas. «La solución de ellos es que vienen, hacen la desinfección en un día y ya está. Lo raro de todo esto es que te dicen ‘listo, desinfectamos hoy’, turno mañana y turno tarde no tienen clase y turno vespertino tienen clases normales… ¿se hizo la desinfección realmente?».
La situación también ha generado inquietud en torno a la higiene en los comedores. Aunque se han realizado algunas suspensiones de actividades, estas han sido esporádicas y, en opinión de los padres, no han resuelto el problema de fondo. «Hasta el momento, una sola vez nos mandaron a retirar a la Escuela 19 y después todo con normalidad», detallaron. Además, según algunos testimonios, la magnitud del problema parece estar empeorando. «Los mismos hijos de nosotros nos dijeron que las cucarachas son más grandes y aparecen más en el baño. No quieren ir al baño, mi hermana se aguanta para no ir al baño porque está lleno de cucarachas», reveló una madre.
A pesar de las reiteradas denuncias, los padres aseguran que las respuestas de las autoridades han sido insuficientes. Relatan que un grupo de papás entregó notas formales denunciando la situación, y aunque se realizaron reuniones con la dirección de la escuela, no se han visto soluciones concretas. «La directora nos dijo que hasta ahí no más sabían algo, y que si se suspendían las clases nos iba a estar avisando», señaló otro de los padres.
El temor de los padres no solo se limita al ámbito escolar. También expresaron su preocupación por la posibilidad de que las cucarachas se trasladen a sus hogares a través de las mochilas de sus hijos. «El miedo de nosotros es que una cucaracha se te vaya en la mochila de nuestros hijos, que aparezcan en la casa y después cómo las sacamos», advirtieron.
Ante esta situación, los padres exigen medidas más drásticas, como el cierre temporal de la escuela hasta que se realice una limpieza profunda y efectiva. «Esto tienen que de una vez por todas o cerrar la escuela o hacer algo de una vez por todas que se limpie en serio en la escuela. En media hora no lo limpian, no desinfectan, no fumigan», subrayaron.
La inquietud sobre la falta de soluciones reales sigue creciendo, y los padres esperan una respuesta definitiva para garantizar un ambiente seguro y saludable para sus hijos.